viernes, 17 de julio de 2020

Una vida de aventura

Ángel Adrián Torres López


Yolanda Sánchez Ogás. (Foto: Héctor Banda).
La maestra de historia y escritora Yolanda Sánchez Ogás nació el 17 de julio de 1942, en Mexicali, Baja California. Su padre se llamaba Santiago Sánchez, era originario de Torreón, Coahuila. Su madre era originaria de Anaheim, California; se llamaba Ramona Ogás. Sus abuelos maternos vivían en Estados Unidos de América, mientras que los paternos en Mexicali. En su acta de nacimiento está asentado que su padre era mecánico y su madre se dedicaba al hogar.
Menciona la periodista Adla Vivó, en su texto “Feliz cumpleaños, profesora Yolanda Sánchez Ogás (publicado el 16 de julio de 2013 por Divulgación Dhiré), que durante su infancia, en 1948, Yolanda ingresó a la escuela primaria Plan de Iguala y después a la primaria Presidente Alemán. En esta época fue discípula de grandes maestros.
En los años cincuenta vivió de niña el surgimiento del primer canal de televisión local, el Canal 3. Solía ir a divertirse con su familia al “pueblo”, como se le conocía antes al hoy Centro Histórico de Mexicali. Ahí acudía a los cines, que eran el principal medio de diversión de los niños de la época, e iba de compras a las tiendas que se encontraban en ese lugar.
Ingresó a primero de secundaria en 1955, y estudió en la Escuela Secundaria Federal número 18. Al salir, se incorporó (en 1958) a la Benemérita Escuela Normal Fronteriza, que acababa de trasladarse al exejido Coahuila.
A los alumnos adolescentes de 15 o 16 años les resultaba muy difícil llegar hasta la normal, pues se encontraba muy lejos. Solo había un camión que los llevaba, pero a veces tardaba horas en aparecer. Sin embargo, Yolanda no tenía ese problema, porque vivía en una de las colonias del este de la ciudad y podía llegar caminando al plantel, según ella misma cuenta en su texto “63 aniversario de la Escuela Normal Fronteriza”, publicado el 14 de noviembre de 2010 en Divulgación Dhiré.
A Yolanda le agradó mucho la enseñanza de profesores como Fernando Robledo, José G. Valenzuela, Guillermo Cano Caballero y la maestra de historia Evarista Morones de Cano. Pertenecía al grupo B de la normal. En él casi nadie trabajaba, por lo que ella tenía tiempo de jugar softbol y volibol con sus compañeros del equipo Las Estrellas.
Conoció en la escuela normal a sus amigas Elva Guadalupe Galván Ochoa y Lidia Cruz. Ha mantenido estas amistades durante más de cincuenta años.
En su artículo “Yolanda Sánchez Ogás: deuda saldada” (publicado el 16 de julio de 2013 por Divulgación Dhiré), el profesor Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar cuenta que a Yolanda y a sus compañeros de la Escuela Normal Fronteriza los llevaban cada 27 de enero a la fiesta del ejido Michoacán de Ocampo. Pero no les explicaban el origen y significado de la festividad. Sin embargo, Yolanda se interesó en investigarlo.
Egresó en 1961, recibiendo el título de maestra normalista. Fue profesora de educación primaria en el valle y la ciudad de Mexicali, así como de educación secundaria y preparatoria, pues estudiaría Pedagogía en la Universidad Autónoma de Baja California como especialidad. Posteriormente tomó el curso de Etnografía en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México.
Mi mamá me contó que en los años ochenta la profesora Yolanda fue su maestra de historia en la Escuela Secundaria Técnica 2. Su clase era muy interesante, todos estaban atentos a sus crónicas. Lo mejor de todo eran los viajes que organizaba para visitar lugares históricos de Baja California.
No se cansa de viajar. Ha dedicado su tiempo libre a realizar actividades extraescolares. Por ejemplo, lleva frecuentemente a sus alumnos a conocer todos los lugares históricos de Mexicali, su valle y otros municipios del estado.
En 1988 obtuvo el primer lugar en el concurso de libro de texto de historia regional. Ese mismo año ganó el primer lugar en el concurso de ensayo histórico sobre el agrarismo en el estado. También escribió De tierras muy lejanas.
Logró que se fundara un importante museo de historia en el ejido Michoacán de Ocampo, que se inauguró el 24 de octubre de 1989. En esa época, Yolanda comenzó una gran amistad con Petra Pérez Hernández, viuda de Hipólito Rentería, quien la apoyó con la fundación del museo.
En 1990 escribió Para seguir accionando y en 1994 obtuvo el tercer lugar en la categoría de ensayo histórico en los Juegos Florales y Certamen Literario de Mexicali.
De acuerdo con el artículo de la periodista Vivó, en el año 2000 fue nombrada Forjadora de Baja California, reconocimiento que le otorgó la Fundación Acevedo, A.C. Tres años después la Sociedad de Historia Centenario de Mexicali la nombró su presidenta vitalicia. En 2010 dirigió la creación de la  Fundación Dhiré; ella es presidenta de esta asociación.
La periodista Beatriz Limón ha sido una de sus amigas, a quien conoce desde hace más de dos décadas. Ella dice en su artículo “La Chinesca: sueño seductor, historia internacional y leyenda perpetua”, publicado el 29 de julio de 2018 en el periódico El Imparcial, que ambas se sumergieron en los subterráneos de ese antiguo barrio chino durante mucho tiempo.
En una fotografía de Yolanda públicada en Facebook, se le puede observar conviviendo y comiendo con sus amigos en La Chinesca, un lugar que la profesora ha visitado en varias ocasiones a lo largo de su adultez.
Yolanda se reúne con sus compañeros de generación de la Escuela Normal dos veces al año. Suelen ir a cenar a restaurantes como La Selecta. En una fotografía tomada en 1991, que aparece en el artículo de Divulgación Dhiré, se le mira conviviendo con varios de sus excompañeros de la generación 1958-1961, treinta años después de haber terminado sus estudios.
Fue nombrada Mexicalense del Año en abril de 2016, como se aprecia en una fotografía de la nota “Yolanda Sánchez Ogás es 'Mexicalense del año'”, del periódico El Mexicano. En ella aparece recibiendo el premio de manos del entonces secretario de gobierno Francisco Rueda, rodeada de comunicadoras de Mexicali. Se le mira muy contenta y agradecida.
Yolanda conoce a las comunidades indígenas de toda Baja California, con quienes ha forjado una amistad, principalmente con los cucapá. Es amiga de Inocencia González Sáinz (historiadora cucapá). Aparecen las dos en una fotografía publicada por el periódico El Imparcial, durante el homenaje que Yolanda brindó a Inocencia el 23 de febrero de 2017, en las instalaciones de la Casa de la Cultura en Mexicali. Ambas se han reunido para explorar Mexicali juntas en varias ocasiones.
El 6 de marzo de 2019 se le entregó a Yolanda el reconocimiento Mujeres que han dejado Huella, como se puede apreciar en el documento impreso “Programa literario musical en celebración del Día Internacional de la Mujer” (del Instituto de Cultura de Baja California), en el que se incluye su nombre como una de las personalidades homenajeadas por su profesionalismo.      
Recientemente, el 23 de enero de 2020, ofreció la conferencia El Asalto a las Tierras del Valle de Mexicali, en la Casa de la Cultura de la capital bajacaliforniana, según una invitación del ayuntamiento.
Actualmente, Yolanda es reconocida como “la cronista de la ciudad” y pertenece al entusiasta equipo de cachibol de maestras jubiladas. La historia sigue siendo su gran pasión.

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