viernes, 26 de febrero de 2021

Mejor amigo



Fotografío momentos que ahora son secretos,
te robo un beso sin querer 
y te robo otro por placer, 
eres cada uno de mis sueños
y un poco más.
Mis mejillas te esfuerzas por hacer coloradas
pero eres mejor en sacarme
unas blancas medias lunas.
Pasas carbón por tu papel 
como seda entre los dedos,
como agua que fluye, 
como nieve que en invierno cae.
Estoy cayendo yo por ti.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Luchando por causas justas

Gabriel Adolfo Moreno Sánchez de la Vega

Una gran mujer llamada Carmen Gabriela Sánchez de la Vega del Valle llegó a este mundo el 31 de enero de 1974 (como se registra en su acta de nacimiento), veinticinco días después de la inauguración del primer canal deportivo en México, el DeporTv. 

Ella ha trabajado en el Gobierno del Estado de Baja California y la mayor parte de su vida laboral la ha pasado como docente/coordinadora de la preparatoria del Instituto Valle de Mexicali, en la capital del estado. Toda su vida ha residido en esta ciudad.

Sus padres, María del Carmen Valle Valle (sonorense) y Gabriel Sánchez de la Vega de la Teja (de origen español) se conocieron en Sonora. Luego de estar un tiempo juntos, él decidió venir a Mexicali para probar suerte y encontrar trabajo, con el fin de establecerse con su ya esposa.

Gabriela vivía con su familia (sus padres y su hermano menor, Jorge) en la colonia Justo Sierra. Ella siempre ha estado ambientada por una economía próspera, en parte gracias a la frontera; en su niñez no había tantas diferencias y clases sociales. Su mamá era ama de casa, con estudios de contabilidad, y su padre un gran químico, quien tiempo después descubriría los restos del jesuita Francisco Eusebio Kino en Sonora, junto con amigos arqueólogos.

Mexicali era tranquila, sin grandes edificios, no había distribuidores viales; era pequeña, tenía mucha seguridad; concretamente, una zona bonita.

Gaby siempre ha soportado la temperatura extrema de la ciudad, ya que, según ella, “si no te estás congelando, te estás derritiendo”.

Estudió su primaria en la Escuela Urbana Federal Mercedes Carrillo, siempre con buena conducta y excelentes calificaciones. A veces jugaba volibol y futbol con sus amigos en el recreo.

La secundaria la cursó en la Escuela Estatal Número 4. Ahí conoció a quien sería su mejor amiga de toda la vida: Angélica Rodríguez, quien después sería madrina de bautizo del segundo hijo de Gabriela: Gabriel (el biógrafo autor de este texto).

En la preparatoria asistió al Colegio de Bachilleres, donde conocería a otras dos grandes amigas con quienes aún en la actualidad sigue en convivencia. Juntas ingresaron a la UABC y Gaby decidió estudiar derecho, porque siempre le ha gustado luchar por las causas justas.

En 1996 (año en que el Multibanco Mercantil Probursa cambió su nombre a BBV) se graduó de licenciada en derecho. En 1999 (el año en que el papa Juan Pablo ll hizo su cuarta visita a México) nació su primer hijo, Guillermo (como su padre, Guillermo Moreno Sada, con quien se había casado Gabriela ese mismo año).

El segundo de sus descendientes, Gabriel, nació en febrero de 2002 (un mes antes de que se realizara en Monterrey la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo). El tercer hijo, llamado Juan Pablo, vino al mundo en diciembre de 2010, ocho meses después del terremoto de 7.2 grados Richter en Mexicali.

En general, los sucesos más importantes de su vida han sido su matrimonio, sus estudios y su carrera; también la muerte de su padre. “Pero lo más significativo ha sido el nacimiento de mis hijos”. 

(Segundo grado de secundaria, 2016)


lunes, 22 de febrero de 2021

Te vas



Amor como una mentira
como un bello recuerdo
como un sol en enero
como la vida entera

De esperanza desespero
como un verano joven
Me derretiste con deseo
con promesas sin cumplirse

Vida sin vivir viviendo 
un contigo pero sola
sola pero acompañada
Olvido olvidarme hoy

En mi memoria
en mi corazón
en mis manos
ya no estás

Quebranto



Te rendiste y tú
mi alma quebrantaste
y me dejaste sola
sin nada más que amar

Con tus mentiras y engaños
 mi corazón arrebataste,
me abandonaste sin voltear atrás,
aun así te extraño

A mi esperanza la hiciste
pedazos, junto a mi amor por ti,
sin ti ahora vivo
y eso no lo merezco

Profunda, la soledad que dejaste,
por eso te aborrezco,
con eso te recuerdo
Cómo es amarte olvidé

Me tatuaste el sufrimiento,
en cada hueso me marcaste,
me dejaste olvidada y
soltaste mi corazón

Al lado de mi sombra



Tac tac, los pasos se escuchan.  
Tac tac, detrás de mí están.
Tac tac, las sombras me buscan.

Ahora me encuentro en brea,
a punto de prenderme en culpa 
y ya me quedé sin disculpas.

Caminando hacia el lado soleado,
que me abraza entre sus rayos, 
recuperando todo lo extraviado
en este día tan nefasto.

Sin embargo, las sombras solo me susurran, 
atrapando lo poco que tengo
en este corazón tan inquieto.

Entrando en una pelea
de la que depende mi vida.
Encontrándome de nuevo 
sin mucha alegría. 

Sabiendo que esta vez
me consumirá
esa oscuridad

Como si cayera 
en un santiamén 
durante una eternidad.

Así que me pregunto
si podré volver
del titubeo
en el que hoy me oculto.

Fiel acompañante, fiel amigo



Fiel acompañante, fiel amigo
pasar tiempo contigo
hace que los días
tengan más sentido.

Siempre en mi mente
siempre presente
siempre en las buenas
siempre en las malas.

Me sacas una risa 
y con ella una sonrisa  
brillas como el sol
y bailas como el viento.

Recordar tu forma de ladrar
es escuchar al viento aullar
por tu ausencia me duele hasta la sombra,
el alma y el andar.

Volverán al aullido verde
en el jardín de enfrente
tus pisadas
a jugar silenciosas.

Los algodones blancos del cielo
los visualizo tal como tu pelo
tus ojos grandes como la luna
semejantes a dos luceros.

Me sonreíste en el jardín
aquella vez que te di un festín
susurraste a mi oído alegremente
que el día terminaba feliz.

Luz divina



Te veo con ojos de gloria, 
del cielo vienes. 
¿Quién lo diría?
No esperaba que así fuere.

Bajas como águila a cazar, 
pero partes el cielo en dos.
Creo yo que tu objetivo es otro,
no es alumbrar ni oscurecer.

No me mientas, mientras te veo;
no me mientas, allí estás;
no me mientas, ¿o yo mentiré?

Tu sola presencia arde mi piel,
me has hecho un cocodrilo
de tanto verte y verte;
dime cuál es tu objetivo.

Has venido por mí, ¿verdad?
No es la hora ni el tiempo,
pero creo que nunca lo es,
de morir en este mundo cruel.

Alma perdida



Días de tierna alegría 
en los que la noche
era una larga espera 
de un llanto que sobresalía

Un mensaje se entonaba
en aquella hora tan esperada
desprendida en la tristeza
de un alma que se derrumbaba

El corazón se estremecía
los recuerdos abundaban
a una mente tan cerrada
que rondaba en la osadía

Su voz aún rondaba
junto a aquellos ojos esmeraldas
un mar de llamadas
a una silueta que no llegaba

El tiempo transcurría
tal como una gran hoguera
intentando reinventar la vida
a una lágrima que se esparcía

Un año



5 de abril, 2019.
Mantas azules y un
bebé duerme.
 
Con piel de luna y 
ojos de cristal

Mirada pura, sin
pecado, corres
aun sin caminar.

Buscas protección en 
mis brazos, diversión
en mis acciones y 
cuidado encuentras 
en mí, tu hogar.

Te extraño al irte,
te amo al volver, 
mi deber cuidarte es.

Juegas o duermes,
comes o ríes.

Un año, tres días
y una lagrima atrás
llegaste a mi día.

Lo desconoces todo,
incluso mi nombre y, 
aun así, sonríes al verme.

Tus manos buscan las
mías al caer la oscuridad,
me sientes y luego duermes.

Entre las cuatro o cinco te vi 
por primera vez,
pequeño y frágil.

Ahora no tan pequeño 
ni frágil, ya no entre
mantas o biberones,
la cuna llora tu ausencia.

El peluche llora,
el espejo anhela y
el biberón ríe.
Crecerás como una 
flor en primavera.

Algún día atrás los 
dejarás, y mi nombre de pronunciar.

¿Mucho para poco? O ¿poco para mucho?



Tan harta de mentir 
Tan harta de escuchar 
Tan harta de sentir
Tan harta de vivir
 
No es que quiera morir
solo quiero entender 
por qué las cosas son así 
Injusticias solo percibo
Sufrimiento

Encontrar el sentido es mi propósito 
Complicado me parece 
Me decepciono de ti

Despierto intentando 
escapar de la caja
Inevitable nuestro destino
Lamentable mi existir

Tan harta de mentir 
Tan harta de escuchar
Tan harta de sentir
Tan harta de vivir

Las voces me siguen 
Tus ojos marrones me distraen
Ya no sé, ya no sé qué pensar 

Indiferente te muestras
como hielo azul 
A mí no me interesa 
Mi alma entera es para ti

Lagrimas rodando por mis mejillas 
tratas de secarlas con tus cínicas manos 
¿Por qué?

Su verdad



Ella está sentada,
paciente y esperanzada. 
Ella está sonriendo, 
débil y fingiendo.

Se mira en el espejo 
y odia ese reflejo. 
Baja la mirada, 
se siente derrotada.

Derrotada por sí misma,
insegura de ella,
infeliz consigo,
asqueada de sí.

Llegó, ¡rápido! Y
a su pose volvió, 
de nuevo sus puertas abrió. 

Tranquila,
suspira,
calma,
ya está.

Ella sola vuelve a estar,
el reflejo es el de la culpa.
No es suficiente, pues la
presencia de otra prefiere.

Sus ojos almendrados posa
en sus manos. Esas manos
sedientas de calor.
De calor de él.

Rendida y en silencio,
camina de regreso.
Una última mirada al reflejo, 
antes de que se quiebre
la persona posada en el espejo.  

Dependiente de ti



Cómo lo iba a saber,
que sería la última vez que te vería llegar;
por favor llámame, te quiero ver,
que ya estoy cansado de romper a llorar.

Amor mío, quizás no me recuerdes;
tú número me hace recordar tantos momentos.
Jamás olvidaré esa noche, hermosa como tus ojos verdes;
los segundos sin tu sonrisa son los más lentos. 

Ahora solamente sonrío sin sentir,
me he vuelto dependiente de ti;
mi corazón te necesita, eres mi subsistir,
a Dios le pido que algún día vuelvas a mí.

Mi alma es un llanto viviente, 
de tanto dolor hasta me duele el viento;
ya no sé qué hacer, solo quiero tenerte;
las noches tristes son, cada vez más lejos te siento. 

Titanic



Nuestro amor era como el Titanic,
navegando suave al principio,
hasta que chocamos con el hielo;
el daño era inevitable, irreversible e irreparable.

Tus gritos, como los truenos,
resonaban en mi cabeza;
palabras agrias salían de tus labios,
aún puedo recordar esa sensación amarga.

Esos pensamientos me aprisionan, 
mi mente es una cárcel, no puedo escapar. 

Llegaste como un día soleado,
te fuiste como una noche de tormenta,
arrasando todo a tu paso,
llevándote todo contigo. 

Me cuesta olvidarte.

A pesar de los reclamos,
a pesar de los malos entendidos,
a pesar de todo, 
mi corazón late por ti.

La estrella más brillante



La estrella más brillante
la veo desde mi ventanal, 
su hermoso destello 
hace que me adentre en mi recuerdo.

Me consta que es la más grande,
como el amor de su dueña. 
Viaja por el cielo libremente
cuidando a sus alumnos de vida.

La luz es tan fuerte como
una doble costura, 
una bastilla de un pantalón
o un gran vestido de bodas.

Cada noche te veré, desde mi ventanal,
buscando también el lucero,
el que me dijiste que siempre
estaría ahí para mí, abuela.

El gato



Un día caíste del árbol más gigante del mundo, 
como hoja en otoño 
tu piel limpia y deslumbrante 
brillaba como un copo de nieve

Esmeraldas se convertían en tus ojos 
mientras tu pelaje resaltaba
pasarán los años y ahí seguirás
y tú siempre presente estarás 

Como pequeño tigre blanco
tu timbre exaltado gritaba por alimento
y junto a tu fiel compañero de viaje
siendo polos opuestos ambos se unieron


Mi acordeón y yo



Cuando te veo no me hablas ni me escuchas
no sé si estás triste o contento                          
simplemente lloras y me escuchas atento         

Cuando te abro siento en el pecho 
cuando estás alegre o sientes dolor 
y el tocar tu diapasón hace que vibre 
mi corazón

Cuando tú lloras solo yo te entiendo 
como alguna conexión que, si al mirarte 
me estuviera viendo                                     

y aunque te tenga abandonado
tan cerca y tan alejado, en estos momentos    
siempre estarás a mi lado para expresarte mis sentimientos    


¿Lo sabremos?



No sabemos cómo acabará. 
No sabemos cómo será el final.
No sabemos si así nosotros lo querremos.
No sabemos si el mundo nos obligará.

Pero sabemos cómo empezó. 
Sabemos cómo fue el comienzo.
Sabemos que el ahora lo deseamos.
Sabemos que aquí permaneceremos,
porque aquí queremos estar. 

Como en vidas pasadas nos encontramos.
Caminaremos en los recuerdos que tendremos
y reiremos, felices, 
separados pero juntos, recordando.

Te entiendo y no



Te veo y no te encuentro,
te escucho y no te entiendo.
Cada segundo a tu lado
es un martirio apreciado.

Experimento un solitario corazón
ante tu ausente visión. 
Cada respiro sin tu olor
es como un aire sin tu amor. 

Tu piel de seda suave,
que por las noches sabe
tan fresca como la menta
y tan fuerte como una tormenta.

La ilusión más bella



Ojos broncíneos, ojos azules, ojos verdes, 
tu piel hecha de papel,       
y entre letras te encuentro,                                                              
mas en mi vida yo te siento. 

Ojos broncíneos, ojos azules, ojos verdes,
no puedo tocarte, pero puedo sentirte,
piel lisa y seca, desprendiendo
mil aromas: pino, tierra, madera y más.   

Ojos broncíneos, ojos azules, ojos verdes
tu silueta solo es tinta negra,
al principio, odio; al final, amor.                     
En la luna y el sol te veo
y en mis pensamientos yo te encuentro.

Ojos broncíneos, ojos azules, ojos verdes,
mis manos ansían tocarte, mas 
tú solo eres arte, un sinfín de emociones 
provocados por ti; tocas mi corazón y
lo estrujas a tu gusto, te permito hacerlo.

Ojos broncíneos, ojos azules, ojos verdes,
pero al final solo cierro el portal 
y te quedas ahí,
en tu historia irreal.


domingo, 21 de febrero de 2021

Amor a distancia



La luna vigila sus pensamientos, 
sus noches en vela, sus 
lágrimas, y todo por el vacío
que los separa.

Anhelan sentir al otro
entre sus brazos, el roce
de los carnosos labios, la 
llama del amor avivarse.

Vivas imágenes se poseen 
del ser culpable de sus 
desvelos, y sonrisas que 
revelan perlas brillantes.

La esfera blanca por
la oscuridad los acompaña 
en sus viajes nocturnos, por 
la admiración de los 
mundos que tienen como ojos. 





La luz de la vida



Nadie nos pidió permiso,
unos por error y otros de improviso.
Nosotros no elegimos venir.
Algunos vienen a reír, otros a sufrir.

La vida no es fácil, decían.
Hay que esforzarse, yo leía.
Esto no fue lo que me prometían.
Dar su vida por mí ellos deberían.

La que me recibió fue una luz,
manos azules como el cielo
y frías como lo infinito del abismo;
algo duras, las indicadas para él.

Temíamos vivir así,
temíamos crecer a la fuerza,
temíamos tener una vida 
llena de impurezas.



Nosotras



Salgo y me da miedo
miro y no quiero.
¿Seré yo,
serás tú?

Son ellas,
ellas son,
ellas son nosotras,
nosotras somos ellas.

Calla y escucha
los lamentos de madres
que rompen los trastes
al iniciar la lucha.

Calla y escucha
los lamentos de nuestras hermanas,
cuyos cuerpos no amas
y por ellas nosotras saldremos en capucha.

Salgo y me armo de valor,
miro y lucho contra el horror.
¿Seré yo,
serás tú?

Son ellas,
ellas son,
ellas son nosotras,
nosotras somos ellas.


Recuerdo el día que llegaste



Recuerdo el día que llegaste, Pría,
una perrita llena de energía,
que jugueteaba y jugueteaba
conforme el día pasaba.

Tus ojos eran azules como el mar,
tus ladridos me llegaban a despertar, 
te solía mirar correr,
te desearía volver a ver.   

Tu juguete clamaba ayuda cuando lo mordías, 
chillaba y chillaba todos los días.
Mi fiel amiga eras,
¡qué lastima que te fueras!

Arrepentido estoy,
pero no puedo hacer nada por hoy.  
No la debí dejar abierta,
debí saber que te saldrías por esa puerta.

El jardín solitario, callado;  
tu juguete triste, abandonado;
el plato de comida, vacío,
y yo sin ti me siento frío.      

Dolor siento por tu desaparición,
siento que me ahogo en la desesperación, 
como si tuviera una gran herida
que acabará con la felicidad de mi vida. 


sábado, 20 de febrero de 2021

Sigues estando ahí…



Ahí estabas tú
ahí mirándonos 
sin decir una palabra 
ahí juzgándonos con tu mirada 
Se sentía como una caja que nos aplastaba 
Se sentía como hacías que hasta la pared
con sus ojos tan pesados nos juzgara 
Ahí estabas, pero tu silencio me dolió hasta el alma 
Tu mirada es una lupa sobre mí 
esperando a encontrar los mínimos detalles 
Pero ahí estabas tú con 
tus regaños, tus risas, tu mirada, tu tristeza 



Miradas cromáticas



Tus ojos son rojos 
como las nubes en el alba al teñirse del fuego 
rojos, como el sol al traer la tarde

Tus ojos son naranjas 
como aquel atardecer bañado de luz 
naranjas, como tu alma riendo al cantar conmigo 

Tus ojos son amarillos 
como aquella mañana que saliste a jugar 
amarillos, como esa flor que trajiste a admirar

Tus ojos son verdes
como la esperanza que nunca se pierde
verdes, como el sonido de las hojas al tocar el aire 

Tus ojos son celestes 
como esa sonrisa que me diste aquellos días 
celestes, como mis lágrimas que aman tu voz 

Tus ojos son azules 
como el agua que fluye al verte bailar 
azules, como el cielo que sonríe al mirarte 

Tus ojos son morados 
como aquel último color de tu arcoíris
morados, como esa promesa y un juntos por siempre



viernes, 19 de febrero de 2021

El joven del valle

 Cuentos en el antiguo Tallereando

Jesús Alberto Martín Salazar

Cuando tenía trece años gané una beca para estudiar en el Instituto Americano de Mexicali. 

Yo vivía en el valle y le ayudaba a mi papá en un campo de algodón. Mi escuela era de bajos recursos. Pero día en la pared estaba el anuncio de un concurso de becas para estudiar en ese instituto, así que me dije a mí mismo:

―¡Arre! Lo voy a intentar.

Me fui a mi casa y le dije a mi papá: 

―Voy a intentar ganarme una beca para estudiar en el Instituto Americano en un concurso.

―Bueno, Enrique. Pero vas a tener que engranarte mucho en el estudio.

―Claro, lo voy a hacer.

Pasé las semanas engranado estudiando, hasta que llegó el día del examen.  Estaba muy nervioso, pensaba que todo me había salido mal

Después del examen me fui a mi casa buscando a mi papá. Al llegar, mi jefe se encontraba en la mesa y muy triste le dije:

―Creo que en el examen me salió todo mal.

―No te agüites, ¡tú eres un cachanilla! ―me contestó, tratando de consolarme―. Ya verás que todo va a salir bien.

Pasaron los días, esperando a que llegara la noticia, hasta que recibí un sobre en mi casa. Lo abrí y decía: “¡Felicidades! ¡Usted ha ganado una beca para estudiar en el Instituto Americano!”.

Tras leerlo, comencé a gritarle a mi papá:

―¡Me la rifé, papá!, ¡me la rifé!

―¿En serio? ¡Felicidades! ―me contestó él muy feliz. 

―Un autobús me va a llevar a Chicali.

―Bueno, te quedarás en la casa de tu abuela.

A los pocos días llegó el autobús por los becados del Instituto Americano.

―¡Babai, papá!

―¡Babai, Enrique! ¡Salúdame a tu abuela! ―me despidió. 

El autobús nos llevaba de casa en casa, hasta que llegó a donde vivía la mamá de mi papá. Al verme bajar del autobús, ella me saludó, muy alegre:

―¡Hola, Enrique! ¿Cómo has estado? Hacía tiempo que no te veía.

―Muy bien, abuela. Espero que tú también estés bien.

―Sí, yo también estoy bien. Ven, pasa tu cuarto. Está al lado del comedor.

Los siguientes días fueron duros. Los niños de mi salón y de la escuela en general me echaban carrilla por ser del valle y pobre. Todo cambió hasta que un niño se me acercó y me preguntó:

―Oye, morro, ¿por qué estás triste?

―Es que todos me echan carrilla por  ser del valle y pobre.

―Eso a mí no me importa. Mi nombre es Jesús. ¿Tú cómo te llamas?

―Enrique. Y gracias por ayudarme.

Desde ese momento sentí que todo iba a cambiar. Jesús me defendía de los que me molestaban mientras yo seguía engranado en el estudio; incluso mi abuela me ayudaba en todo lo que podía. El día de los exámenes finales, antes de entrar a la escuela, ella me dijo, tratando de calmarme:

―Tranquilo. Ya verás que todo va a salir bien.

―Gracias, abuela. Te quiero mucho. Babai.

―Babai.

En el examen yo trataba de no desconcentrarme, pues estaba muy difícil.

Al terminar salí muy agotado. Jesús se acercó a mí y me preguntó:

―¿Cómo te fue?

―Bien, creo.

―¡De seguro saliste bien perrón en el examen!   

―Espero que así sea.

Días después, en la entrega de reconocimientos, el director mencionaba a los alumnos más destacados del año:

―El tercer lugar es para ¡Pedro, de primero B!… El segundo, para ¡Jesús, de primero A!... Y el primer lugar es para ¡Enrique, de primero A!... ¡Muchas felicidades a los tres!

Desde ese momento todos mis compañeros dejaron de echarme carrilla y empezaron a verme como un amigo.

Segundo grado de secundaria (2016)

Máscaras



Nos escondemos en la música,    
nos escondemos en la luz,   
nos escondemos en donde nuestra
mente fluya y no esté el presente. 

Perdemos el pensamiento 
y nos concentramos en hablar con el ahora.     
El miedo y la tristeza se alejan
por un instante.

Pero todo regresa.
Al estar enfrente del espejo
destapada es la realidad,     
los fragmentos rotos y escondidos caen.

No podemos enmascararnos,
somos nuestra realidad
y el amarnos escasamente
nos hará darnos cuenta de lo bajo que hemos caído.

Podrás seguir escondiéndote, 
nada te detiene,
nada te matará, 
pero seguirás respirando sin respirar.           


Solo tú



Te conozco, me conoces   
qué más se necesita
Veneno en la sangre
¿por qué dueles tanto?                                     

Para ti vivo                                  
Cárcel con ventana 
cofre dorado sin tesoro               
a tu merced estoy

Investigando el motivo
buscando salidas 
No quiero este sentimiento
quedármelo es absurdo 

Mis bases se derrumban
al confesar mi sentir
Me quedaré callada
con ganas de hablar         

No quiero perder ver
tus ojos, tu sonrisa         
tu belleza infinita
pues no hay nada mejor



Final del camino



Cuerpo suelto en la cama,
manos soltando el envase.
En el descanso del alma,
mi vida se estremece.

Agua color amanecer.
Mis brazos se entumecen.
Ya no tengo en qué creer,
con cortadas que me curen.

Mis penas, liberándome.
Sin ayuda de mi madre 
ya nadie podrá juzgarme.
Mis pies flotan en el aire.  

Tres caminos, un destino.
No hay temor ni soledad.  
En frío de invierno,
me encuentro en tempestad. 

Efímero

Poemas en el antiguo Tallereando  


Fría, pero cálida,                
la noche en la que te conocí;
comenzó como un juego,
pero no tenía fin.

Como amigos empezó todo,
era algo singular,
hasta que un día 
tu vida llegó al final.

El dueño de mi paz fue el vacío 
y de este túnel no podía escapar,                                                      
al pensarte mis ojos 
se volvieron como dos ríos sin mar.                                                   

Mi primer amor y último serás,
nada que decir, mucho que recordar; 
pequeños detalles me dejaste 
antes de desaparecer sin dudar.

No quiero que sea un adiós,
ese es mi mayor miedo;
descansa, mi niño,
que olvidarte no puedo.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Para estar enamorado




Para estar enamorado
debes aceptar que no todo es bueno, 
es una elección a la que no podrás poner freno,
en ocasiones estarás destrozado.

Distinto a lo que la gente piensa,
es poco convencional,
tu estilo de vida no será algo banal,
querrás quedarte donde comienza.   

Pese a sus reclamos,
pese a no ser por felicidad, 
aunque haya algo de vanidad, 
no son importantes mis exclamos.

Un compromiso al que no estás obligado
no es plano como un llano,
solamente es futbol americano 
lo que mi vida ha transformado. 


Buenos amigos



En los buenos y malos momentos
ellos estarán contigo, 
en tus risas y lamentos
ellos estarán contigo 
y en la oscuridad más oscura 
serán ángeles que guíen tu camino.

Sin ellos te sientes abandonado, 
como un vacío en tu corazón;  
con ellos te sientes protegido,
como un bebé sin razón. 

Tener amigos buenos
trae buenos momentos, 
con una pizca de su ayuda 
lograrán que tu vida fluya.

Búsqueda de luz

Poemas en el antiguo Tallereando 


Un hallazgo en la luz,
una vista suspicaz.
Perdidos de inocencia, 
hambre de conocimiento.

Hablar sin saber 
de un futuro incierto.
Lleno de dudas
y una mente intranquila.

Movimiento entre ramas.
Unas son fuertes,
otras son peligrosas.
De conocimiento no hay escasez.

Un miedo en mis acciones
que mueve, que piedra. 
La pasión sale triunfando,
el conocimiento y la luz. 

Sobre un futuro claro te encuentras,
te sigo, me sigues.
Un camino a la vista:
verdadera sabiduría.