viernes, 18 de diciembre de 2020

Un tal Covid-19

 

Lander Zael Islas Torres

 

Tranquilamente yo me encontraba en mi salón de clases. Escuché que mi amigo Daniel estaba hablando con unos niños del salón sobre un virus de China llamado coronavirus. En ese momento no le di mucha importancia, ya que cuando le pregunté de qué se trataba ese tal virus me dijo que era del otro lado del mundo y que era una gripa, pero un poco más fuerte. Yo solo pensé: “Es una simple gripita”. Aparte, no le doy mucha importancia a las cosas, soy un tanto despreocupada y tranquila.

Unas semanas después, estaba en el recreo, en mi escuela (la cual es muy pequeña), así que escuché de nuevo a Daniel hablar sobre ese virus. Esta vez se le veía preocupado, lo cual en un principio me hizo también inquietarme. Pero después recordé que a Daniel le ocurre así con TODO.

Pero, bueno, le pregunté: “¿Qué pasó? ¿Por qué ahora estás preocupado?”. Me dijo que el virus ya se había esparcido un poco alrededor de China y ya había cinco defunciones. Al escuchar esto me comencé a alarmar, pero no tanto, ya que el virus estaba del otro lado del mundo. Sin embargo, en ese momento supe que eso no era “una simple gripita”.

Al llegar a mi casa, unos días después, me percaté de que la mesa de la cocina estaba llena de latas de comida y objetos de limpieza. Al ver esto, le pregunté a mi mamá y me respondió que teníamos que prepararnos para la cuarentena del Covid-19. Al escuchar eso me sorprendí, porque ella es una persona que siempre está en calma, pero esa vez la vi muy exaltada. Le dije: “¡Pero, mamá, el coronavirus está en China y alrededores”. Y me contestó que ya se tenía el primer caso en México y más de dos mil defunciones en el mundo. En ese momento comenzó lo peor...

 

Dos semanas de cuarentena, ya me perdí tres fiestas y el viaje escolar al museo. Esto es lo peor y ya se enfermaron varios amigos. Le he preguntado varias veces a mi mamá cuándo podremos salir de nuevo y siempre me contesta con un: “Intenta acostumbrarte, Lluvi”. Ella sabe que no me gusta que me diga así, pero por alguna razón lo sigue haciendo.

Bueno, por dos semanas he estado acostada todo el día todos los días. Lo único bueno es que no tengo clases, pero ahí por lo menos veía a mis amigos. Ahora solo estoy con mi perro Pancho, el cual no es mala compañía, pero él no puede hablar.

 

Ha pasado casi un mes de cuarentena. Las clases en línea ya empezaron. Y las ODIO. Esto no es ni parecido a la escuela normal. Aquí no puedo hablar con mis amigos. Solo los veo ahí sentados y es muy aburrido. Es como la escuela, pero sin TODO lo bueno que ella tiene. La cuarentena cada vez me da más estrés. Antes teníamos clases. Pero lo compensaba el ver a tus amigos todos los días e ir a fiestas de vez en cuando. Ahora solo es tarea, trabajo, trabajo, tarea y más tarea. No sé cuánto pueda soportar esto.

 

Mi mamá está llevando esto de la cuarentena muy bien. Y eso me alegra. Pero no sé cuánto pueda yo aguantar LAS LLAMADAS MATUTINAS CON SUS AMIGAS. Sí, mi mamá todos los días se toma una tacita de café y chismea con ellas. Creo que se ha empezado a acostumbrar a esto mucho más rápido que yo. No entiendo cómo todas sus amigas se pueden poner de acuerdo cada día. En mi grupito les digo que si hacemos llamada y nunca pueden. Excepto Daniel. Él es el mejor y siempre está desocupado, porque siempre hace su tarea el primer día.

 

Ya pasaron tres meses de cuarentena. La verdad, no está siendo tan malo. Las clases en línea ya no son tan malas, los maestros cada vez son más comprensibles y no nos dejan casi tarea. Aunque los días se sigan sintiendo un tanto monótonos, creo que estoy empezando a acostumbrarme a esto y no es tan malo. Obviamente, sigo extrañando salir de fiesta, pero en realidad ver películas y relajarse con Pancho no está nada mal.

 

Cinco meses ya pasaron. La verdad, sí creo en esta enfermedad, pero nunca creí que me daría a mí o a alguien cercano a mí; pero, pues, las cosas pasan. A mi mami le dio Covid-19. Está en el hospital y se encuentra muy grave. Yo creo que todo irá bien. Aun así hago llamada con ella, pero no mucho tiempo, porque sigue haciendo sus llamadas matutinas con sus amigas y no puede llegar tarde. Yo sé que ella es fuerte y lo logrará. De todos modos me pone triste verla acostada y débil.

 

Seis meses ya pasaron. Esto, la verdad, se me ha hecho muy rápido. Mi mami ya se recuperó completamente. Eso es muy bueno, pero lo malo es que ahora es cien veces más estricta con la cuarentena y las medidas de protección. Ni siquiera me deja sacar al pasear a Pancho al parque del fraccionamiento. La verdad, se me hace que está exagerando un poco, pero bueno. Lo importante es que ya se recuperó.

 

Ya han pasado ocho meses desde que todo esto comenzó. La verdad, yo me siento mucho más cómoda en casa y no siento la necesidad de salir con mis amigos. Ya hasta me hice amiga de una de las amigas de mi mamá. Todos los días la escuchaba en las mañanas y le respondí algo que dijo y ahora somos amigas. Reforcé mucho mi amistad con Pancho y el vínculo entre mi mamá y yo se fortaleció mucho también.

 

Esta cuarentena en realidad me ha ayudado bastante. Conocí mucho más a Pancho. No tenía idea de lo que le gusta ver la tele. Antes de la cuarentena yo casi no la veía porque en vez de eso salía o patinaba en el parque. Pero al estar mucho más en mi casa y con mucho tiempo libre, comencé a verla más con Pancho y sí me gustó mucho. Ahora hasta le enseñé trucos a Pancho. Mi favorito es “Habla” y él ladra.

Con mi mamá me llevo mucho mejor. Antes me enojaba y me estresaba mucho con ella porque sentía que no me daba mi espacio. Pero al estar juntas tanto tiempo en cuarentena y verla aun enferma atendiéndome, me he dado cuenta del gran esfuerzo que hace todos los días para darme todo lo posible. Ahora hasta le cuento de mi vida amorosa. Aunque a veces es un poco chismosa con sus amigas. Pero aun así la perdono.

 

¡AL FIN, ya se acabó! Nunca pensé que mi vida daría este gran giro. Diez meses sin poder salir, ni viajar, ni nada. Aunque haya aprendido a estar en casa, no he salido en estos meses, así que… ¡A DISFRUTAR! Siempre recordaré cuando me quedé encerrada por todo este tiempo, debido a un tal Covid-19. 

(Segundo grado de secundaria, 2020)

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