lunes, 7 de diciembre de 2020

Una semana un poco loca y triste

Karlos Albertho Hernández Sández 

 

LUNES 26 DE OCTUBRE DE 2020

Hoy el profe de inglés nos dio la clase como normalmente lo hace. Yo, como de costumbre, terminé el trabajo que nos asignó y esperé a que finalizara la sesión para poder comer algo. Mientras comía el profe dio un listado de nombres (entre ellos estaba el mío); nos dijo que nos tendríamos que quedar al final para el tema de las asesorías, porque habíamos salido muy bajos en las calificaciones.

Nos comentó que nos dará dos asesorías antes del examen de recuperación y por eso nos debíamos poner de acuerdo sobre cuándo y a qué hora serán.

Después, al terminar la clase me quedaban veinte minutos libres. Estaba un poco desanimado por lo de inglés, pero aun así desayuné.

Ahora debía decirle a mi mamá. No se lo tomó bien y era supercomprensible. Me dijo que le ponga más empeño a esa materia, que es la única en la que voy mal; por eso es que tengo que esforzarme y no bajarle a las demás. Yo le prometí que mejoraré para no tener que molestarla con este tipo de noticias. Me despedí de ella y me fui a dormir.


MARTES 27 DE OCTUBRE DE 2020

Las clases de hoy estuvieron regulares. Yo tomaba mis apuntes y preguntaba si me surgían dudas. Los martes no me gustan mucho, hacen que sienta más largas las horas de clases, cosa que por alguna razón los miércoles no pasa; sí se siente esa hora extra a comparación de los lunes y los demás días, pero no tanto como los martes.

Después salí con mis amigos de la cuadra. Hicimos lo de siempre: jugar e ir al parque mientras platicábamos. Nos entretuvimos con un juego tonto con la pelota. Después se nos ocurrió hacer una reunión el fin de semana y caminar por el fraccionamiento e ir al parque un rato. La verdad, no importa lo que hagamos, con ellos todo es divertido, ¡ja, ja, ja! Son mis mejores amigos desde hace mucho tiempo. Son de apreciar ese tipo de amistades. Son mis hermanos de diferente madre casi casi, ¡ja, ja!

 

MIÉRCOLES 28 DE OCTUBRE DE 2020

No sé por qué, pero hoy está un poco aburrido. No sé, solo estoy despierto por obligación, pero no tengo mucho ánimo.

Terminaron todas las sesiones del día y fui a darle de comer a mi perra. Ella regularmente sale corriendo a saludarme, pero esta vez no lo hizo. No se levantaba de su cama, solo se quedaba ahí con la vista perdida. Le ofrecía la comida, pero ella solo la miraba (no quería probar nada).

Yo tenía un compromiso y no me podía quedar con ella. La verdad, ni disfruté la estadía ahí, solo pensaba en mi perrita. En la noche regresé y la metí a la casa. Agarré unas cobijas, las puse en la sala y la acosté para que descansara. Mi mamá le preparó caldo de pollo, para que se sintiera mejor.

Cuando ya me iba a dormir (pues tendré clase mañana) mi mamá me llamó. Mi perra empezó a vomitar por todo el piso y dejó un olor desagradable. Nos pusimos a limpiar la sala y toda la casa entre los dos. Mi mamá se desveló casi toda la noche y a mí me mandó a dormir.

 

JUEVES 29 DE OCTUBRE DE 2020 

Todo lo que podría salir mal salió mal y sobremanera: el internet estaba fallando más, además del alboroto de ayer. La verdad que sí me estresé. Mi papá hizo que sacara a mi perrita por el mal olor que dejó anoche. Estaba necio y necio y no me quiso escuchar. Le pedí ayuda mi mamá, pero me contestó: “Lo que diga tu papá”. Yo me quedé de: ¿es en serio? ¡Mi mamá nunca dice eso! Pero lo tuve que hacer.

Yo no quería que mi perrita estuviera afuera. Hace mucho frío, aparte estaba enferma. Pero mi papá no le dio mucha importancia. Antes de sacarla fui por cobijas para su cama, pero yo sé que eso no se equipara al calor de la casa. Ya afuera la miraba triste. Tengo muchas ansias de verla juguetona y feliz, como siempre se comporta.

También acompañando el día, mi internet fallaba y fallaba, a tal punto de que me terminó sacando de la clase de inglés dos veces, más múltiples trabas con las voces de los profesores cuando presentaban; era mucho peor. En conclusión, hoy no fue mi día.

 

VIERNES 30 DE OCTUBRE DE 2020 

Todo ocurrió muy bien: entendí los temas, partici en las clases y hasta eso que el internet no falló mucho, solo lo normal. Terminaron las sesiones, fue un poco rápido.

En la tarde, un amigo (André) publicó en el grupo de la cuadra: “¿Quién me acompaña al Oxxo?”. Yo iba de salida al parque, así que le contesté que lo podría hacer. En el camino fuimos platicando de la reunión del sábado. 

¿Cómo crees que va a ser mañana? me preguntó.

¡Yo creo que será muy ¡divertido!

¿Vamos a ir al parque o qué haríamos?

Claro. Me voy a traer mi balón para jugar.

¡Arre!

Ya estando en las puertas del fraccionamiento me despedí y me dirigí al parque. Ahí estuve un rato haciendo back flips y después fui a correr. En eso vi otra vez a mi amigo. Empezamos a platicar, hicimos back flips y una acrobacia a la que yo llamo spider-man. Después me fui para mi casa a realizar una tarea.

 

SÁBADO 31 DE OCTUBRE DE 2020

Salí rápido de mi casa porque André se encontró un perrito cuando iba a la tienda y nos habló a mí y a Dani, otro amigo. Él quería saber si nosotros nos lo podríamos quedar o mínimo conseguirle un hogar. Yo le contesté que no, porque ya tengo muchos perros y, aparte, ese parecía tener sarna.

Dani también contestó que no, porque él ya tiene uno, pero que, si quería, le podría dar comida para que agarre fuerzas, pues estaba muy delgado. Le dijimos que viera si su mamá lo dejaba tenerlo, pero respondió que no, por sus hermanos. Entonces le propusimos que preguntara a los vecinos quién quisiera un perro. 

Yo me fui a mi casa porque debía hacer algunas cosas para que me dejaran salir más tarde.

Cuando llegó la hora de la reunión fui a ver qué íbamos a hacer. Estuvimos jugando y platicando, sacando cura. Hicimos competencia de habilidades tipo fuerza y destreza, jugamos con el balón y, en general, lo pasamos muy divertidos. Al final regresé a mi casa y comí sushi con mis hermanas.

 

DOMINGO 1 DE NOVIEMBRE DE 2020

Por el Día de los Muertos, mi hermana decoró el altar de mi abuelo materno y de mi abuela paterna. La verdad, le quedó bastante bien.

Hoy mi perra ya estaba mucho mejor. Le di comida y un poco de agua para que recuperara su masa corporal, ya que se miraba muy flaca. Después salí con ella a jugar en el parque. ¡Por fin ya había vuelto mi perra de siempre: juguetona, enérgica y un poco brusca!, pero se miraba bien y lo demostraba con su mirada.

Esta semana fue un poco loca y triste en algunos días, pero tengo esperanza de que la próxima va a ser mejor, aunque nunca sabremos lo que se viene. Eso es lo que lo vuelve emocionante.

Hoy es domingo por la noche, yo me despido. Buenas noches.

Tercer semeste de preparatoria, 2020.


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