jueves, 17 de diciembre de 2020

Yo pensaba que no iba a ser algo tan serio


Iniciaré hablando acerca de cómo me enteré del coronavirus, que, la verdad, casi nadie se lo esperaba y fue algo muy repentino para todos.

Fue en el mes de enero cuando apenas yo, Lucio Emiliano Benítez Sánchez, empecé a ver noticias acerca de un nuevo virus en la ciudad china de Wuhan, el cual se decía que causaba una enfermedad parecida a una neumonía o en algunos casos solamente a una simple gripa. En febrero fue cuando empezamos a tocar este tema en la escuela; pero nadie estaba preocupado, pues se decía que solo se había afectado gente en China.

En marzo nos dijeron que el virus ya había llegado a México; sin embargo, los casos eran muy poquitos: no pasaban de cien personas contagiadas. Cuando nos avisaron que nos iban a poner en cuarentena, la verdad, al principio yo pensaba que no iba a ser algo tan serio y simplemente no saldríamos por una o dos semanas. Pero, como ya todos sabemos, no fue así.

En esos quince días mucha gente (incluyéndome a mí y a mi familia) sí hicimos lo que se suponía que debíamos hacer: no salir de nuestra casa, a menos que fuera para algo de verdad necesario, como la comida, el agua o la salud. Pero hubo otra gente que prácticamente no estaba enterada de lo que ocurría y no hicieron lo debido, por lo que continuaron saliendo. Esas fueron de las cosas que más afectaron y de lo que más tuvo influencia para que esta situación se agravara.

Así que llegó abril y cada vez se informaban más cosas acerca de este tema. Sin embargo, muchas eran falsas; por lo tanto, ya no sabíamos qué creer y qué no. De todos modos, en mi familia sí estábamos tomando todas las medidas de precaución: nos lavábamos mucho las manos, siempre usábamos cubrebocas, lavábamos los objetos que traíamos del mercado, etcétera, debido a que ignorábamos qué tan grave podría ser esto.

Ya nadie sabía lo que iba a ocurrir ni cuándo volvería todo a la normalidad, así que seguíamos cada quien con nuestros cuidados. Pasaron más o menos dos o tres meses en que todos desconocíamos lo que vendría con esto y hasta donde podríamos llegar.

Tanto mis hermanos como yo estábamos estresados y desesperados por esta situación, pues empezaron a pasar muchas cosas a partir de esos meses: falleció mi tío José Contreras debido a esta enfermedad, también amigos de mi padre (Héctor). La verdad, este virus sí nos tuvo muy angustiados por unas semanas.

Yo, en lo personal, igualmente me había sentido muy preocupado, sobre todo por mi hermano menor, de nueve años (Mateo), ya que a su corta edad comenzó a presentar ansiedad. Lloraba y se desesperaba mucho simplemente por la escuela y cosas que tenían que ver con ella; aunque le va muy bien, simplemente se impacientaba mucho, al punto de que tuvieron que llevarlo con una psicóloga.

Los últimos tres meses, aproximadamente, aunque sí se ha estado restableciendo poco a poco la situación, también ha habido cosas que me preocupan demasiado a mí, como las discusiones en la casa o cosas así. Pero, fuera de eso, todo ha tenido mejoría. La verdad, espero que sigamos como vamos ahorita: cada vez mejor mentalmente, ya que mi hermano se ha estado controlando y las discusiones se han reducido bastante, lo cual me alegra mucho.

En conclusión, mi cuarentena no ha estado del todo mal, pues, aunque creemos que llegamos a contraer el virus, nada nos pasó y seguimos muy bien de salud mi familia y yo. Y otra cosa muy importante que quiero resaltar es que hubo muchos cambios buenos en mí: esta cuarentena me ha enseñado a ser más positivo y a disfrutar cada momento de mi vida, como se pueda.

Esa ha sido mi experiencia.

Segundo grado de secundaria, 2020.

 

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