César Ramírez Villarino
PERSONAJES
- Nirvana: 15 años. En todo momento vestida de reggaetonera.
- Metallica: 20 años, hermana de Nirvana. Usa una camiseta negra de alguna banda de rock pesado, y jeans negros rotos, muy pegados al cuerpo.
- Mamá hardcore: Toda su ropa es negra. Usa delineador de ojos y labial negro.
- Papá hardcore: Toda su ropa es negra. También usa delineador negro.
ESCENA 1
El cuarto de una adolescente. La cama está distendida y en ella hay revistas. La puerta está cerrada. Se escucha la canción "Roba novios", de Las Culisueltas.
NIRVANA: (sosteniendo un cepillo como micrófono, bailando)
Hoy te voy a contar una historia,
pero no la escucharon de mí, no, no, no.
Tengo una amiga peligrosa,
que anda suelta por ahí...
No voy a decir su nombre,
porque su cara lo dice todo...
Nirvana sigue cantando, sin notar que su madre entra.
MAMÁ HARDCORE: (observando a Nirvana, perpleja) ¡Hija! (Sale de la habitación corriendo. Regresa unos segundos después, con el padre de la mano. Señala a su hija; al papá). ¡Mírala! ¡No puedo creer que esto esté pasando!
PAPÁ HARDCORE: (muy sorprendido, enojado) ¡Hija! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!
NIRVANA: (deja de cantar y baja el volumen de la música) Cantando, papá. Duh.
MAMÁ HARDCORE: ¿Se puede saber qué clase de música estás oyendo?
NIRVANA: Es “Roba novios”, mamá. Mi reggaetón favorito. O sea, todos mis amigos lo escuchan.
MAMÁ HARDCORE: (molesta) ¿Tú crees que permitimos esa clase de música en este hogar, Nirvana Evanescence Pink Floyd?
PAPÁ HARDCORE: Pensábamos que eras mejor que esto.
NIRVANA: (apática) ¿Entonces, según ustedes, ya no puedo escuchar el reggaetón que me gusta?
MAMÁ HARDCORE: Así es. No quiero volver a escuchar ese... ese ruido.
NIRVANA: Amá, no manches. A mí me gusta esta música.
MAMÁ HARDCORE: Eso no es música, Nirvana. Eso es basura. No te criamos para que escucharas esta clase de cosas.
PAPÁ HARDCORE: Toda la vida te hemos inculcado escuchar rock de calidad, pequeña... ¿Qué pasó?
MAMÁ HARDCORE: (interrumpiendo al papá) Y más vale que no vuelvas a poner esa música... ¡Ni escucharla! ¿Me entendiste?
NIRVANA: (voltea los ojos) Sí, mamá.
MAMÁ HARDCORE: La próxima vez que te vea cantando algo así, estarás castigada. Estás advertida. (Sale).
PAPÁ HARDCORE: (se acerca a ella, le toma la mano) Hija, entiendo que a veces te gusta llevarnos la contraria, pero... El reggaetón es peligroso, Nirvana. Destruye vidas. Sólo... piensa en eso, ¿sí? (Sale).
Nirvana conecta audífonos a su teléfono y se los pone, mientras canta en voz baja.
ESCENA 2
El cuarto de los padres. Hay una cama en el centro, con cobijas negras, y ambos padres están sentados en la cama.
PAPÁ HARDCORE: ¿Cómo te fue en el trabajo, amor?
MAMÁ HARDCORE: (dudosa) Pues, en el trabajo, bien... Pero... ¡es que no puedo estar tranquila sabiendo que a nuestra hija le gusta el reggaetón...! ¡Incluso lo estaba cantando! ¿No te preocupa?
PAPÁ HARDCORE: Bueno, la idea no me agrada en absoluto, y de hecho me molesta mucho el reggaetón, pero...
MAMÁ HARDCORE: ¿Pero qué? ¿Vas a permitir que siga escuchando eso? ¡No es metal! ¡No es rock! ¡Es basura!
PAPÁ HARDCORE: (calmando a su esposa) No, no es eso lo que iba a decir. No puedo dejar que se vaya por el camino del reggaetón así como así: vamos a explicarle por qué el metal es mejor. Pero, si no la convencemos... ¿entonces qué? No podemos forzarla. Es nuestra hija, y tenemos que aceptarla como es, ¿no lo crees?
MAMÁ HARDCORE: (cediendo un poco) Pues sí, pero aun así tenemos que hacer algo, y rápido. Esto no se puede quedar así. No podemos solo quedarnos sentados viendo cómo nuestra hija empieza a... (traga saliva) cantar reggaetón, y (con mucho desprecio)... perrear.
PAPÁ HARDCORE: Estoy totalmente de acuerdo. Tenemos que recordarle de dónde viene, y cómo es la buena música. Seguro que entenderá una vez que le recordemos lo bueno que es el rock.
MAMÁ HARDCORE: (asintiendo) Y que lo digas. ¿Sabes qué? Mañana mismo llamaré a su hermana para que venga y hable con ella. Con un poco de suerte la hará entrar en razón.
PAPÁ HARDCORE: Espero que sí.
ESCENA 3
En la sala de la casa. Los sillones son negros, y la mesa de centro también es negra. En ella hay un florero con una rosa, también negra. Los padres y Metallica están sentados en un sillón. Nirvana, en el otro.
NIRVANA: (con audífonos) ¿Qué pasó, papás?
PAPÁ HARDCORE: (tras un silencio) Hija... Tu madre y yo hemos estado platicando acerca del... "incidente" del otro día.
NIRVANA: (confundida, se quita los audífonos) ¿"Roba novios"? Pero yo...
PAPÁ HARDCORE: (interrumpiendo) Nirvana, entendemos que los chicos de tu edad pasan por etapas. Etapas de rebeldía o de probar cosas nuevas. Pero en esta casa no podemos permitir que vayas tan lejos. El reggaetón destruye vidas, cariño. Te lo hemos dicho.
NIRVANA: (voltea los ojos) ¡Ay, papá! ¡Sólo es música!
PAPÁ HARDCORE: (enojado) ¿Por qué no puedes ser como tu hermana? Metallica nunca se dejó seducir por la música asquerosa que a ti te gusta. Y, sí, tuvo su etapa pop y de escuchar Los 40 Principales, pero eso era una fase. Hija, no te arriesgues a entrar al mundo del reggaetón y no poder salir.
METALLICA: (con voz calmada) Nirvana, entiendo que quieras liberarte, pero ¿no crees que estás yendo muy lejos?
NIRVANA: (se levanta del sillón) No, no lo creo. ¡Nunca me he sentido parte de esta familia! ¡Nunca me ha gustado el metal, y nunca me gustará! ¡Preferiría escuchar silencio a escuchar esa horrible música que a ustedes les gusta! (Sale de la sala dando un portazo).
Mamá hardcore se cubre el rostro con las manos, llorando.
METALLICA: (consolando a mamá) No llores, mamá. Seguramente no hablaba en serio. Ya se le pasará.
MAMÁ HARDCORE: (angustiada) ¡¿Y si no lo hace?! ¿Qué pasa si no es una fase? ¿Qué pasa si no logramos convencerla?
PAPÁ HARDCORE: (consolando a su esposa) Ya, no te preocupes. Es bastante malo, pero si no deja de escuchar eso, no tenemos otra opción más que aceptarla. Sigue siendo nuestra hija... o una versión menos hardcore de ella.
METALLICA: (con seguridad) Mi papá tiene razón, mamá. A mí tampoco me gusta en absoluto la idea de que mi hermana escuche cosas así, pero hay casos en los que no se puede hacer nada para cambiar a los hijos. La música lo es.
MAMÁ HARDCORE: (un poco convencida) Pues, supongo que sí. Pero, ¿ahora qué hacemos? ¿La dejamos que siga con ese ruido que llama música?
PAPÁ HARDCORE: (pensativo) Mh... Propongo que empecemos a investigar un poco acerca de esa música.
Metallica y la mamá lo miran confundidas, como si estuviera loco.
PAPÁ HARDCORE: (explicándose) Sí, puede que suene raro, pero si queremos recuperar a nuestra Nirvana, debemos entender antes en qué se ha metido, ¿no?
MAMÁ HARDCORE: (aceptando la idea) De acuerdo, hagamos eso. (Salen).
ESCENA 4
El mismo cuarto de la primera escena. Nirvana está sentada en su cuarto, y se está quitando los zapatos y los accesorios.
MAMÁ HARDCORE: (detrás de la puerta, tocando) Nirvana, ¿podemos pasar? Queremos hablar contigo.
NIRVANA: (despreocupadamente) Sí, pasen.
Entran Metallica, papá y mamá.
METALLICA: (tras un silencio) Nirvana... (Se acerca a ella, se sienta en la cama a su lado). Estuvimos hablando y decidimos que tal vez juzgamos mal a ti y a tu música. A papá, a mamá y a mí nos gusta el metal, pero, si a ti no te gusta... Bueno... Lo que quiero decir es que nuestros padres reconsideraron y creen que quizás están siendo muy rígidos contigo...
MAMÁ HARDCORE: (interrumpiendo) Hija, lo sentimos si fuimos muy bruscos al pedirte que dejaras esa música... Es sólo que queremos lo mejor para ti, y a veces no pensamos en qué es lo que tú quieres...
NIRVANA: Sí, mamá, pero...
PAPÁ HARDCORE: (interrumpiéndola de nuevo) Incluso investigamos un poco acerca del reggaetón y eso que te gusta. Ya sabemos quién es J. Balvin y las Wachiturras, y todo.
NIRVANA: Papá, eso es genial, pero es que...
MAMÁ HARDCORE: (abrazando a su hija) Decidimos darte una oportunidad a ti y a tu música, hija. ¡Está bien que quieras escuchar eso! ¡Te aceptamos! Peleamos, nos arreglamos, nos mantenemos en esa pero nos amamos, ¿verdad?
NIRVANA: (débilmente devolviendo el abrazo) Mamá, qué bien, pero...
PAPÁ HARDCORE: (uniéndose al abrazo) ¿Qué importa si no te gusta el metal? ¿Qué importa si te gusta el reggaetón? ¡Está bien!
NIRVANA: (frustrada porque no la escuchan) Sí, ya sé, pero lo que quiero decir es que...
METALLICA: (abrazándola también) ¡Si necesitas reggaetón, dale!
NIRVANA: (exasperada, gritando) ¡Ya basta!
MAMÁ HARDCORE: (confundida) ¿Qué pasa, cielo? ¿No era esto lo que querías?
NIRVANA: (explicándose) Sí, digo... Es genial que al fin me acepten, pero... ya no me gusta el reggaetón.
MAMÁ, PAPÁ Y METALLICA: (al unísono) ¡¿Qué?!
NIRVANA: Es que, no sé. Me cansó y ya. Es muy movido para mí.
PAPÁ HARDCORE: (molesto) ¿Entonces investigamos acerca del reggaetón para nada?
MAMÁ HARDCORE: (molesta) ¡Hasta escuchamos canciones de esas feas!
METALLICA: ¡Hasta aprendimos a perrear!
NIRVANA: (algo incómoda) Bueno, no tenían que hacer eso... (Feliz) Pero me alegra mucho saber que lo hicieron por mí. ¡Nunca creí que me fueran a aceptar! ¡Creí que me odiarían por ser diferente!
PAPÁ HARDCORE: Nunca podríamos odiarte, Nirvana... Eres nuestra hija.
MAMÁ HARDCORE: Te amaremos siempre, sin importar lo que pase o lo que escuches.
NIRVANA: (conmovida) Gracias, papás. Yo también...
METALLICA: (interrumpe) Oye, oye, espera... ¿Eso significa que ya te gusta el metal?
NIRVANA: (tras una pausa, suspira) Ah... Eso es otra cosa que les quería decir...
METALLICA: ¿Qué pasa?
NIRVANA: ...Ahora me gusta la música indie. (Se pone un choker rosa y una corona de flores).
Empieza a sonar "Summertime sadness", de Lana del Rey. Canta) Kiss me hard before you go... Summertime sadness...
Los padres y Metallica se miran entre ellos, molestos, confundidos y preocupados. Esa música también la odian.
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