sábado, 10 de diciembre de 2016

Amiga


Ricardo Servando Corral Pujol

He de disculparme por haberte amado,
por haberte amado en tanto silencio
y sólo mirarte cada mañana, triste,
por contigo jamás haberlo expresado.

Teniéndote ahí, tan bella y tan frágil,
buscando tus ojos cual agua en desierto,
y creando así espejismos lejanos,
que me matan, que me encelan y desgarran.

Mirándote a los labios te canto siempre,
y sin que tú sepas que te amo ferviente
corro hacia tus brazos, que cual fuente mojan
mi agonizante alma de esperanza.

He de disculparme por haberte amado
sin haber intentado hacértelo saber,
pero ten certeza ahora que lo sabes,
que yo al mirarte, al olerte, me pierdo.

No me pidas que me aparte de tu lado,
pues estoy acostumbrado a tu bello ser,
pero si lo pides cortaré este lazo,
lazo que nos une, que me ha dado vida.

Morir no vale cuando mueres por la vida,
y si por amor muero habré vivido bien;
habría preferido vivir, lo admito,
vivir contigo en el amor que callé.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario