sábado, 15 de mayo de 2021

Llama la Muerte

Guiones teatrales en el antiguo Tallereando   


Dania Cristina Ruiz León


PERSONAJES

  • Ren Markov (24 años)

  • Mael Yasu (20 años)

  • Ángel

  • Muerte


ESCENA 1

El escenario está dividido en dos partes, solo una de ellas está iluminada. En la parte que sí se muestra se representa un anochecer. Ren –que lleva unos jeans gastados, sudadera y botines– está parado en la banqueta junto a un café, mensajeando con su celular sin prestar mucha atención a su alrededor. Ve a Ángel, un muchacho un poco más grande que él, que va de chamarra de cuero y pantalones obscuros y camina algo sospechoso, sin querer que lo vean.

REN: ¡Hey… tú…! (Guarda el teléfono en un bolsillo del pantalón y se para frente a Ángel, molesto) ¿A dónde crees que vas?

ÁNGEL: Ah… ¡mira! ¡Si no es ni más ni menos que el noviecito de la pequeña mariposa de pradera…! ¿Qué? ¿Vienes a que… “pague por mis actos”? (Mira a Ren incrédulo) ¡No me hagas reír…!

REN: (Toma con fuerza a Ángel del cuello de la chamarra) ¡Eres un verdadero imbécil…!

ÁNGEL: (Tratando de que Ren lo suelte) ¡Hey! ¿Qué te pasa? ¡Suéltame!

REN: (Jala a Ángel a un callejón junto al café) ¡Eso quisieras! (Lo empuja contra la pared, dejándolo sin salida) ¿Cuál es tu problema, eh? ¡Dime! ¿Qué te pudo haber hecho Mael para que le dieras una golpiza como esa?

ÁNGEL: ¡Ay, relájate, sí…? Tampoco era mi intención dejarlo tan mal… Después de todo, el niño es algo lindo, ¿sabes? Sería una pena romperle esa (con énfasis) carita de porcelana que tiene…

REN: (Irritado) ¡Eres un…!

ÁNGEL: (Aburrido) Imbécil, lo sé. Pero, mira, no hay necesidad de ponernos celosos… En realidad, el tipo me cae mal desde la prepa, desde que…  (empieza a meter una mano al bolsillo trasero de su pantalón).

REN: Mael no es mi novio.

ÁNGEL: (Altanero) No dije que lo fuera…

Ren mira hacia abajo, pensativo, un momento; levanta de nuevo la vista cuando Ángel habla.

ÁNGEL: Mira, la verdad es que (sube un poco los hombros) tú tampoco me caes muy bien… Pero te haré un favor, ¿qué te parece? (Sonríe) Después de esto sabrás perfectamente cuánto es lo que le importas a Mael.

REN: (Lo mira algo confundido, frunciendo el ceño) ¿Favor? ¿Y tú qué clase de (con énfasis) favor me podrías hacer?

ÁNGEL: (Ríe tontamente y toma a Ren del hombro) Este… (saca del bolsillo de atrás una daga y apuñala a Ren poco debajo de las costillas).

Ren hace solo un ruido de sorpresa y de dolor; luego cae de rodillas, mientras se lleva las manos a la herida.

ÁNGEL: Lo sé, lo sé… (limpia el cuchillo con su camisa y se agacha a la altura de Ren, empujándolo contra la pared) duele como mil demonios. Pero, mira… (Busca en los bolsos de Ren y saca su teléfono) ¡Podemos hacer esto más rápido! (Optimista) Yo llamo a Mael, ¡y tú le cuentas cómo te va! (Toma el teléfono y marca).

REN: (Agitado, cansado) ¿Qué… qué te hace pensar (se queja)… que voy a hablar con él…? 

ÁNGEL: Ah, bueno… (Le avienta el teléfono a las piernas) Tal vez, porque es la única oportunidad de pedir ayuda que tendrás. (Lo mira sonriendo, mientras se escucha timbrar el teléfono) A menos, claro (se levanta y se limpia las rodillas), que seas capaz de hacer otra llamada con los dedos todos manchados de sangre… ¡Pero muy tu decisión! (Mete las manos en los bolsillos) Yo me iré yendo. Les daré su momento de… privacidad. (Sonríe y se va).

REN: ¡No…! ¡Espera…! (Respira pesadamente) Idiota…

Se escucha la voz de un joven desde el teléfono. La segunda mitad del escenario se empieza a iluminar lentamente y se muestra una habitación. Hay una cama distendida, una mesa de noche con una lámpara y, sentado en la cama, está Mael. Sus pies no alcanzan del todo el piso y lleva unos pantalones holgados y un suéter manchado de pintura.

MAEL: ¿Bueno…? ¡Bueno…! ¿Ren, eres tú?

REN: (Suspira) ¡Demonios…! ¿Mael? Sss... sí, soy yo…

MAEL: ¿Qué pasa? Oye… ¿estás bien?... (Se levanta de la cama y camina un poco alrededor del cuarto) Te escuchas algo… agitado…

REN: No… Mael, no estoy… bien… Escucha…  Necesito que me ayudes con algo… ¿Está bien? 

La luz del lado de Ren parpadea ligeramente y empieza a apagarse con lentitud.

MAEL: Sí, claro. ¿Qué pasa?

La voz de Ren se empieza a oír cada vez más baja, hasta que solo se escucha a Mael hablando y solo su lado está iluminado.

MAEL: ¿Una ambulancia? (Pausa) ¡Pues sí, sí, ya le llamo! ¿Pero qué pasó, Ren? (Preocupado) ¿Por qué…? (Pausa) ¿Ángel? (Se lleva una mano a la frente y se cubre luego la boca, preocupado y asustado)… Está bien… Está bien, deja llamo yo a la ambulancia, y… ¿Ren? (Pausa; la luz de la primera mitad del escenario se va encendiendo otra vez) Te juro… que si haces algo estúpido, como morir, me las vas a pagar en tu próxima vida… (Sonríe forzadamente) Okey, bye… (La luz de Mael se va apagando).


ESCENA 2

Una vez iluminada la primera mitad, se ve un cuarto de hospital, con una camilla, una ventana que da hacia afuera y otra que da hacia un pasillo, una mesa de noche y un soporte de intravenosa. Se puede ver que la cama está ocupada, pero no se aprecia quién está acostado. Ren se encuentra sentado en la orilla de la cama, con el rostro escondido en las manos y los codos recargados en las rodillas. Cerca de la ventana está una jovencita viendo hacia afuera; lleva un vestido corto, el cabello sin recoger y en la oreja una flor.

La segunda mitad del escenario es ahora el pasillo fuera del cuarto, en donde se encuentra Mael, y sigue a oscuras.

REN: (Se talla la cara y se pasan las manos por el cabello. Después, se levanta y ve alrededor, sin darse cuenta de la chica junto a la ventana) ¿Qué…? ¿En dónde… en dónde estoy? (Se acerca a la puerta; intenta abrirla, pero está cerrada) Pero… pero… no se supone… que se pueda cerrar… ¿o sí…? (Se asoma por una ventana junto a la puerta y ve a Mael recargado de espaldas contra el cristal) ¡Mael! ¡Hey…! No puedo abrir la puerta… ¿Mael?

MAEL: ¿Qué…? (Se voltea hacia atrás, confundido, ya que no ve a nadie).

REN: (Casi gritando) ¡Mael! ¡Soy yo! ¿No me escuchas? ¡Aquí estoy!

MAEL: (Frunce el ceño) ¿Ren…? ¿Eres tú? No te veo.

REN: ¡Si, sí, soy yo, aquí estoy! ¿Cómo que no puedes verme? Estoy justo frente a ti…

MAEL: Hum… (Ve la camilla dentro del cuarto) Ren… tú todavía estás en cama…

REN: ¿Qué? ¡No, claro que no! Estoy... (Mira a la camilla) ¡Oh, Dios…! (Se acerca un poco) ¡Dios, es verdad…! ¡Soy… soy yo…! (Asustado) ¿Estoy… estoy… estoy muer…?

MAEL: (Exaltado) ¡No!… Eh… Es decir… no, aún no… El doctor dijo que estarías bien, que perdiste mucha sangre para cuando llegaste, pero que estarías bien… Pero… pero, Ren, dime algo.

REN: (Tratando de calmarse) Sss… sí, ¿qué pasa? 

MAEL: ¿Hay alguien más contigo?

REN: Pues no, no… (Mira alrededor otra vez y ve a la chica, confundido y ligeramente asustado) Mael… sí, hay alguien más aquí… No sé quién es… (Inclina la cabeza ligeramente, dice más tranquilo) Pero me parece… vagamente familiar… Sí, creo que la conozco… (Se acerca lentamente hacia ella).

MAEL: (Murmulla) ¡Ay, no… no, no, no…! ¿Ren?

REN: ¿Quién es…? ¿La conozco?

La chica se voltea y lo mira sonriendo ligeramente. Se quita la flor de la oreja para dársela a Ren.

MAEL: ¿Ren? ¡Ren! ¿Qué está haciendo?

REN: (Confundido) Me… me ha ofrecido una flor…

MAEL: (Pone las manos sobre el cristal de la ventana, desesperado) ¿La tomaste? ¡Por favor, no la tomes… por favor…!

REN: ¿Qué? (voltea hacia la ventana) ¿Por qué? 

La chica se vuelve a colocar la flor detrás de la oreja y pone las manos detrás de su espalda.

MAEL: (Apoyando la cabeza en la ventana) Lo siento… Yo no… Me tengo que ir. Tú tienes que hablar con ella… solo… 

REN: (Se acerca a la ventana de nuevo, preocupado) Mael, ¿de qué hablas? ¿Qué pasa?

MAEL: (Suspira) Ella… no… no estoy seguro… Pero probablemente esté ahí para hacerte una pregunta… Por favor… piensa bien tu respuesta… (Sonríe forzadamente) Y no importa lo que escojas… estará bien… En serio…

REN: ¿Mael…?

MAEL: Adiós, Ren… Hasta luego… (Camina por el pasillo y se sienta en el suelo, al final de este).


ESCENA 3

REN: Pero… ¿qué…?

MUERTE: (Con voz suave y tranquila) Él tiene razón… 

REN: (Voltea a ver a la chica confundido) ¿De qué hablas?… ¿Quién eres?

MUERTE: (Sube y baja los hombros) Eso no importa. Tu gente suele darme muchos nombres… (Sonríe) Pero tú y yo ya nos conocemos, es normal que no me recuerdes… (Mira hacia abajo unos segundos) Nadie usualmente lo hace… 

REN: ¿Qué…?

MUERTE: (Alza de nuevo los hombros y suspira) Puedes llamarme Muerte. (Estira la mano para saludar) Un gusto.

REN: ¿Muerte? (La mira de pies a cabeza, incrédulo)… ¿Tú?

MUERTE: Mira… (Baja la mano) Sé que la falta de hoz y de la toga negra llega a confundir… Pero, por favor… No es la primera vez que me has visto… Ni siquiera en esta vida.

REN: (Baja la vista mientras se queda pensando; recuerda algo de pronto y mira sorprendido a la Muerte) El hospital… El hospital para niños… ¿no es cierto? Tú estabas ahí...

MUERTE: (Asiente) Exactamente… 

REN: ¿Ibas a… ibas a llevarme? 

MUERTE: Mmh… No realmente. Estaba (enfática) cuidándote. Me era imposible saber si ibas a vivir o no. Eso dependía de ti, justo como depende ahora… Aunque, ¡vamos! (Sonríe y voltea hacia un lado, mientras que empieza a caminar cerca de Ren) Un pequeño niño, solo seis o siete años, leucemia… Era muy probable que no pasaras la prueba... ¡Pero mírate! ¡Todo un hombre hecho y derecho…!

REN: Entonces... dices que… dices que dependía… ¿que depende de mí? (Incrédulo) ¿Depende de mí si vivo o muero?

MUERTE: Bueno… (Se detiene junto a él) La verdad es que… me caes muy bien, has tenido una buena vida y todo eso… Y se supone que tengo que… que tengo que llevarte. Hoy. Pero también es verdad que todos allá arriba (voltea al techo y apunta) estarían un poco bastante decepcionados si no terminas… ciertas pruebas aquí… Así que voy a dejar que decidas. Tienes que pensarlo bien, ya que, una vez que escojas, no habrá vuelta atrás, ¿de acuerdo?

REN: ¿En serio? (Extrañado y confundido) Pues… pues supongo… que sí, he tenido una buena vida… (sonríe melancólico, mientras baja la vista) Superé la leucemia… me gradué… (ríe) Nunca fui de los mejores alumnos, pero… (suspira) conseguí un buen trabajo. (Mete las manos a los bolsillos y frunce el ceño) Soy de los mejores policías de mi equipo… Mi mejor amigo… Pude ayudar a mi mejor amigo a superar los problemas que tenía en casa… (Sonríe ligeramente) Ya tiene pareja… Vi a mis hermanos casarse…

MUERTE: ¿Por qué tú no tienes pareja, Ren? (Se sienta en la camilla).

REN: (Mirándola) Eso es algo de lo que prefiero no hablar…

MUERTE: ¿Por qué? (Sonríe inocentemente) ¿No hay nadie que te guste? 

REN: No.

MUERTE: (Levanta una ceja) ¡Oh…! No puedes engañar a la Muerte, chico…

REN: Bueno… si ya lo sabes, ¿para qué preguntas…?

MUERTE: Porque quiero oír que lo digas.

REN: (Se voltea hacia otro lado) No me gusta nadie… (Mira a la Muerte algo molesto) ¿No se supone que estás aquí para llevarme? No para estar escuchando los chismes de los demás…

MUERTE: (Sube y baja los hombros) Estoy aquí para escuchar tu decisión. 

REN: (Se queda viendo a la Muerte algo pensativo) ¡Pues quiero irme!

MUERTE: (Fingiendo sorpresa) ¿Estás seguro?

REN: Sí… Después de todo, he hecho todo lo que siempre he querido hacer... He viajado, he conocido… He sabido de lo mejor y lo peor que tiene este mundo para ofrecer… ¿Qué tanta diferencia podría hacer si decido solo… tomarme un descanso? 

MUERTE: (Niega con la cabeza) ¡Ay, muchacho…! ¿Sabes quién más me ha hecho esa misma pregunta?

La luz del pasillo se ilumina solo parcialmente.

REN: Pues… no. ¿Quién?

MUERTE: Ven… (Se levanta y va a la puerta).

REN: La puerta está cerrada…

MUERTE: (Abriendo la puerta) ¿Y quién crees que la cerró, genio?

La Muerte sale al pasillo, seguida por Ren. Al fondo se ve a Mael sentado en el suelo, con el rostro escondido en las rodillas y los brazos abrazando sus piernas.

REN: (Triste y preocupado) ¿Mael? (Se acerca a él) ¿Mael, qué tienes…?

MUERTE: Se llama tristeza, Ren, miedo… Te dijo que se iba a ir, ¿no es cierto? Y, sin embargo, aquí está, míralo… Teme por tu vida. Teme por que tomes la decisión incorrecta.

Ren mira a la Muerte con expresión de culpa y vuelve la vista a Mael.

MUERTE: Él también me hizo esa misma pregunta hace un tiempo, cuando creía no valer nada. Yo no fui por él, sabía que podía hacer mejor… Sabía que no era su tiempo… 

REN: Hiciste bien… 

MUERTE: (Sube y baja los hombros) Si tú lo dices… No curó el cáncer… No acabó con la pobreza del mundo, ni con el hambre… No acabó con la ignorancia ni con la violencia… El mundo no habría cambiado mucho sin él… 

REN: (Voltea con ella de súbito) ¡Mi mundo habría cambiado sin él…! 

La Muerte mira a Ren sonriendo y levanta una ceja.

REN: (Muy sorprendido y algo sonrojado; baja la cara apenado) Es… es decir… No… habría sido lo mismo sin… sin…

MUERTE: Entiendo. Pero ahora dime: ¿crees que su mundo no cambiaría si tú te fueras? La vida y las personas ya lo han pateado y le han dado la espalda lo suficiente… Y aun así él ha tenido la valentía de confiarte su cariño… ¿Quieres darle la espalda tú también?

REN: Nnn… no…

MUERTE: Se acaba el tiempo. Debes escoger. Dime, ¿qué vas a hacer?

REN: Yo… Yo no… (Suspira) En verdad quisiera quedarme con él… 

MUERTE: (Sonríe) ¿Estás seguro?

REN: Sí. Mael ha hecho mucho por mí… aunque no sea consciente de ello… No merece que me porte como un idiota y lo deje… Me da miedo quedarme… quedarme con él… Pero sería peor no darle una oportunidad… (Mira a la Muerte) ¿No? 

MUERTE: (Asiente) Concuerdo contigo. (Le da la mano para ayudarlo a levantarse).

Ren toma la mano de la Muerte y se levanta. Caminan de nuevo al cuarto.

MUERTE: Vaya… (Llegan al cuarto y Ren se sienta en la orilla de la cama otra vez) Por un momento me preocupaste, ¿sabes?

REN: (Frunce un poco el ceño, confundido) ¿Cómo, por qué?

MUERTE: Bueno… (Se sienta a un lado de Ren) Por un momento creí que Mael se quedaría sin su alma gemela…

REN: Su alma gemela… ¿En serio…? (Pensativo, hablando en voz alta) ¿Aunque sea un chico?

MUERTE: ¡Humanos…! (Alza las manos y mira al techo) ¿Quién te dijo que las almas tenían género?

La Muerte pone dos dedos en la frente de Ren y este cae de espaldas en la cama, inconsciente. Las luces se apagan. Cuando se encienden otra vez, Ren está despertándose.


ESCENA 4

REN: (Se sienta masajeándose las sienes) ¿Pero qué demonios…? (Levanta la vista) ¿Muerte…? ¡…Muerte!... Raro… (Mira a la mesita de noche, donde está la flor que llevaba la Muerte. Sonríe) Gracias… (Se sienta en la orilla de la cama y toma la flor; luego muestra expresión de sorpresa) ¡MAEL! (Deja la flor y se levanta lo más rápido que puede. Se detiene en el marco de la puerta, adolorido, y sigue caminando hacia el pasillo) ¡Mael…!

MAEL: (Aún sentado en el suelo, levanta la vista sorprendido) ¿Ren…? ¡REN! ¡¿Qué demonios haces levantado?! (Se levanta).

REN: ¡Oh, Mael, no sabes lo que te extrañé! (Se abalanza sobre él, abrazándolo, haciendo que ambos se caigan).

MAEL: (Ríe sorprendido) Ren… ¿qué estás haciendo? Te vas a lastimar… más… Además, ni siquiera han pasado más que un par de minutos desde que… que hablé contigo… (Lo mira algo confundido) ¿Pues qué pasó…?

REN: ¡Nada! ¡No importa! (Lo abraza de nuevo) Lo único que quiero decirte… es que lo siento… En serio, estuve a punto de hacer algo… muy, muy estúpido (Agacha la cabeza).

MAEL: ¡Hey… está bien…! (Pone una mano en su hombro) No importa. (Sonríe).

REN: (Levanta el rostro y sonríe) Gracias, Ma…

MAEL: (Inclina la cabeza de lado, confundido) ¿Por qué? 

REN: Por estar aquí… Siento haberte preocupado…

MAEL: Pues sí… (bBaja la mirada un momento, luego lo golpea fuerte en el hombro) ¡Sí me preocupaste, tarado!

REN: ¡Au…!

MAEL: Pero ya estás bien… y es lo que importa… (Recarga su cabeza en el hombro de Ren y lo abraza).

REN: Es lo que importa… (También lo abraza y las luces se apagan).

El camino que elegí

Guiones teatrales en el antiguo Tallereando  


Humberto Emmanuel Sánchez Rangel


Personajes

  • Shawn

  • David (hermano de Shawn)

  • Dr. Lynn

  • Sra. Bale (madre de Shawn)

  • Enfermera


ESCENA 1

En el escenario, una cama, un escritorio y dos sillas. Sobre la cama se encuentra Shawn. Entra el doctor Lynn.

DR. LYNN: Lamento lo que estoy a punto de decirte, Shawn, pero tu corazón puede pararse en cualquier momento. (Suspira)

SHAWN: Entiendo (se seca una lágrima)… Tendré que disfrutar el tiempo que queda… Pero no estaré cómodo sabiendo que puedo morir.

DR. LYNN: Créeme que a mí también me duele esto. No se siente nada bien decirte que tu corazón se puede parar.

SHAWN: Por lo menos usted es honesto, doctor Lynn. Cualquier otro doctor me hubiera mentido, me hubiera dicho que todo estaba bien con el fin de que no me asustara. 

DR. LYNN: Te recomendaría que trates de pasar todo el tiempo que puedas con tu mamá y tus amigos. No sabes cuándo pueda ser el último momento junto a tus seres queridos. (Pone su mano sobre el hombro de Shawn).

SHAWN: Supongo que ya le dijo a mi mamá, ¿verdad?

DR. LYNN: Aún no le he dicho nada. 

SHAWN: Le suplico, por favor, que no le diga.

DR. LYNN: ¿Por qué no quieres que sepa, Shawn? (Preocupado).

SHAWN: No quiero que esté triste por mi culpa.

DR. LYNN: Estará más triste cuando sepa que le oculté tu problema (Le enseña los resultados de los análisis).

SHAWN: No impor… (Se presiona el pecho, con dificultades para respirar)

DR. LYNN: ¡Shawn ¿estás bien?!

SHAWN: ¡Mi corazón me duele! (Empieza a respirar con dificultad).

DR. LYNN: (Grita con toda su fuerza) ¡ENFERMERA!

Entra la enfermera de prisa.

DR. LYNN: ¡Rápido, sujételo! (Toma una jeringa e inyecta a Shawn).

SHAWN: (Entre lágrimas) ¡Doctor, ya no soporto! 

El doctor le coloca a Shawn un respirador artificial, con ayuda de la enfermera. La inyección hace efecto y Shawn cae dormido. 


ESCENA 2

Entran David (hermano de Shawn) y la señora Bale (madre de Shawn).

DR. LYNN: (Preocupado) Señora Bale, como le informé su hijo sufrió un ataque y tuve que conectarle el respirador artificial.

SRA. BALE: (Llorando) ¡Por favor, doctor Lynn, dígame que todo está bien! ¡Por favor, por favor…!

DR. LYNN: Señora, me temo que no podré mentirle, pero el corazón de su hijo no soportará más de tres días y puede morir dentro de ese lapso.

SRA. BALE: (Entre lágrimas, gritando desesperada) ¡Mi hijo… mi niño…! ¡No puede ser! (Abraza al doctor Lynn).

DAVID: (Enojado) ¡NO, NO PUEDE SER VERDAD LO QUE USTED DICE…! ¡DEJE DE MENTIR!

DR. LYNN: ¡Deja de gritar, niño…! Lo siento, pero es la verdad. También a mí me ha costado creerlo.

DAVID: ¡Y pensar que este verano iríamos a la playa…! (llorando).

Shawn despierta.

DAVID: ¡SHAWN! (Queda impactado y abraza a Shawn).

SHAWN: Mamá… David… ¿qué hacen aquí?

SRA. BALE: (Suelta al doctor Lynn) El doctor me marcó y dijo que te había dado un ataque.

DR. LYNN: Les tuve que decir. Perdóname, Shawn.

SHAWN: Gracias por ocultarlo (golpea la cama).

SRA. BALE: ¿Por qué ocultar esto, hijo? ¿En qué estabas pensando?

SHAWN: No quería que te preocuparas, mamá. No quería que tuvieras miedo.

SRA. BALE: No pasa nada… Es mejor, porque así estaré contigo el tiempo que te queda y no dejaré que te vayas sin mí. (Abraza a Shawn con mucha tristeza).

SHAWN: ¡Mamá, lo siento! (Entre lágrimas) No quiero que estés así por mí… y tú tampoco, David. 

DAVID: ¡Hermano, yo siempre estaré contigo, pase lo que pase! ¡Y más ahorita, que estás sufriendo!

Pausa.

SHAWN: Mamá, doctor… ¿Nos podrían dejar solos a David y a mí?

DR. LYNN: Como lo pidas, niño. 

SRA. BALE: Está bien amor. (Ambos salen de escena).


ESCENA 3

DAVID: ¡No sé qué haré sin ti! Antes de que me dijeran sobre esto, estaba pensando a dónde iríamos de vacaciones.

SHAWN: Yo igual (deprimido).

DAVID: (Se sienta en la cama con Shawn) En serio, no sé qué haré sin ti… Te extrañaré bastante, hermano.

SHAWN: ¿Sabes? Moriré arrepentido de lo que nunca hice… Siempre me estaba quejando sobre mamá y cómo vivíamos… Pero ahora es a lo que más deseo volver.

DAVID: Recuerdo cuando éramos pequeños y solo jugábamos, sin importarnos nada más… Si me dieran oportunidad de regresar lo haría.

SHAWN: Solo quiero que esto termine… Ya no soporto verte a ti y a mamá tristes.

DAVID: No digas eso.

SHAWN: Nunca le hablé a la chica que me gustaba… nunca salí a fiestas… Nunca disfruté nada, David. (Deprimido).

DAVID: Pero siempre nos tuvimos uno al otro. (Toma la mano de Shawn).

Pausa.

SHAWN: Oye, te quiero pedir una última cosa.

DAVID: (Decidido) Lo que quieras, hermano.

SHAWN: Es difícil para mí, pero… quiero que desconectes el respirador artificial (nervioso).

DAVID: ¿De qué hablas…? ¿Qué te pasa?

SHAWN: Ya es mi hora. Ya viví lo que tuve que vivir, hermanito (le aprieta la mano a David).

DAVID: (Llorando con dificultad) ¡No me hagas esto, por favor…! ¡No, no, no…!

SHAWN: Quiero que sepas que cada momento que pasé contigo lo disfruté como nada… Te amo y siempre estaré contigo.

DAVID: Éramos tan felices y no lo sabíamos….

SHAWN: No temas, es el camino que elegí (cierra los ojos). Al contrario que tú, mi dolor se acabará de manera rápida.

DAVID: Fuiste la mejor persona que existe y existirá, Shawn… (le da un último abrazo) Me siento orgulloso de ser tu hermano… Nos volveremos a ver en el cielo. 

SHAWN: Recuerda, nunca te des por vencido y cumple nuestro sueño de ir a los países nórdicos… Sonará loco, pero quiero que tires mis cenizas en una montaña de allá.

DAVID: Siempre estarás en mí... Siempre te recordaré... ¡Adiós, Shawn!

SHAWN: Vamos… desconéctalo.

David desconecta el cable del respirador artificial. Shawn se queda inmóvil.

DAVID: Descansa, campeón (se acuesta junto a Shawn y lo abraza).


TELÓN


lunes, 19 de abril de 2021

Marvel: Grandes historias

Santiago Ibarra Molina


Durante muchos años las historietas de Marvel han sido muy populares entre chicos y grandes. Esta franquicia ha hecho muchas cosas, como: películas, juegos, series tanto animadas como live-action, hasta atracciones en parques de diversiones. Unas de las más importantes y por las que se le reconoce más son las historietas (o cómics), y de estas les hablaré hoy.

Hay infinidad de historietas y personajes en esta franquicia. Uno de los más reconocidos es Spiderman, o en español el Hombre Araña. Pero esta vez me enfocaré en su más grande y conocido archienemigo, Venom. En este texto comentaré acerca de las primeras cinco páginas del inicio de esta nueva historia, titulada Venom INC. Escrita por Dan Slott y Mike Costa e ilustrada por Ryan Stegman, se publicó en 2018 por la editorial Televisa, ubicada en la Ciudad de México.

Marvel Comics, la página oficial de Marvel, dice: “Peter Parker, Eddie Brock y Flash Thompson tienen una cosa importante en común: el simbionte de Venom les cambió la vida. La forma de vida alienígena negra como la tinta se está duplicando sobre nuestros héroes, y no son los únicos a punto de pasar por el timbre. ¡VENOM INC. comienza aquí y se convierte en INCREÍBLE SPIDER-MAN & VENOM mientras una cara familiar se eleva a nuevos niveles de villanía!”, incitándonos a que leamos esta increíble historia.
 

Elementos de la historieta

Para poder entender mejor la historia, hay que comprender todo lo que ha estado pasando con estos personajes. Las cosas van de mal en peor para Peter Parker. Su compañía se fue en bancarrota y no le ha quedado otra opción más que dormir en el sillón de su novia, Bobbi Morse, alias Mockingbird. Con un empleo de tiempo completo como editor de ciencias del Daily Bugle y su tía May para preocuparse, los patrullajes diarios como “el asombroso Hombre Araña” son lo único que lo ha hecho sentir bien.

Las cosas tampoco van tan bien para Venom. Después de tres meses en el espacio, el simbionte regresó a Nueva York y se reunió con Eddie Brock. Pero su comportamiento se volvió muy imprevisible y ahora requiere de un suero exclusivo para mantener controlados sus impulsos violentos. A cambio de este suero, Venom ayuda en secreto a Alchemax, un desesperado químico, a controlar sus experimentos.  

Las primeras cinco páginas de la historieta empiezan con una joven llamada Andi, conocida como la antiheroína Mania. Un día por la tarde-noche esta se encontraba peleando contra unos delincuentes que estaban asaltando a una señora mientras Mania hablaba con su amigo Flash. Cuando por fin los derrotó se fue inmediatamente, porque escuchó la sirena de una joyería. Al llegar ahí se enfrentó a algunos de los ladrones. Pero lo que no sabía era que le habían tendido una trampa unos villanos que le querían quitar su fuente de poder, que era un “simbionte”; así que, cuando se acercó a la puerta de un carro que se encontraba en el lugar, se abrió la puerta del vehículo y le dispararon con una pistola de energía, quitándole el simbionte. Pero, como ella seguía con su teléfono en la llamada con su amigo, este se dio cuenta.

En las cinco páginas analizadas el personaje principal es Mania/Andi, mientras que los villanos y Flash son secundarios y la señora y los ladrones son ambientales. 

En tanto, del ambiente conocemos que el espacio es la ciudad estadounidense de Filadelfia; el tiempo podemos ubicarlo algunos años en el futuro.

Respecto a las emociones de los personajes, primero mencionaré que Mania al principio se siente valiente para enfrentar a los ladrones y los villanos, pero luego la invaden el miedo y el dolor al ser sorprendida y atacada por estos últimos. Por otra parte, estos experimentan mucha felicidad, pues lograron su cometido de quitarle el simbionte a Mania.

Pasando a los elementos gráficos, me referiré a los globos de diálogo. Estos aparecen en la mayor parte de las viñetas: desde que Mania le contesta a Flash hasta el final de las páginas analizadas.

En cuanto a la perspectiva visual, el dibujante usa tanto el plano abierto como el cerrado. Un plano abierto lo podemos identificar fácilmente en la primera viñeta de la tercera página, donde vemos los pies de Mania apuntando hacia el lugar donde caerá y en segundo plano a los villanos saliendo de la joyería.

El cuarto plano cerrado lo apreciamos en la tercera viñeta de la segunda página. En ella se muestra la cara de Mania con manchas de sangre de la pelea que está ocurriendo detrás de la pantalla de la computadora de Flash.

Otro recurso que se utiliza son las figuras cinéticas, que encontramos en la cuarta viñeta de la página tres, donde podemos ver cómo el rayo de energía que los villanos le lanzan a Mania la está golpeando.

Algunos otros elementos gráficos son las nubes de polvo, que se observan en la viñeta tres de la página cinco, cuando un villano le aplasta la cabeza contra el piso al simbionte. Y también encontramos, en la viñeta uno de la página cuatro, un rabillo diferente, cuando Flash le grita a Andi a través del teléfono.
 

Recursos lingüísticos

Pasando a los recursos lingüísticos, inicio mencionando los diálogos. El primero lo podemos leer en la segunda y tercera viñetas de la página uno, donde vemos la plática de Mania y Flash por teléfono. El segundo diálogo, de la segunda a la quinta viñeta de la página dos, donde otra vez Mania y Flash conversan por videollamada.

Respecto a las onomatopeyas, las observamos en la mayoría de las viñetas de las cinco páginas analizadas. Una de ellas la encontramos en la primera viñeta de la página 2, donde Mania cuelga de sus telarañas mientras golpea a uno de los ladrones en el cuello y aparece la palabra a “KRAK”.
 

Conclusión

Estas cinco páginas del cómic Venom INC. me gustaron porque, aunque la historia sucede muy rápido, está muy bien explicada con todos los elementos lingüísticos y principalmente gráficos que utilizan los autores, algo que generalmente pasa en la mayoría de las historietas de Marvel. Por esa razón esta franquicia ha tenido tanto éxito y ha perdurado a lo largo de los años.

(Segundo grado de secundaria, 2020).