martes, 21 de marzo de 2017

Anhelos en tiempos modernos



Zalma Daena Acosta Cervantes (nacida el 16 de septiembre de 1998), actual alumna del Instituto Salvatierra, plasma un sentimiento frecuente que los jóvenes de hoy en día padecen: sueños destrozados. Lamentablemente vivimos en una época donde en forma constante la sociedad nos recuerda que la vida es oscura.
En su poema “Los momentos malos son solo recuerdos pasajeros” nos demuestra que siempre existe esperanza y que el tiempo todo lo cura. Los responsables del éxito de nuestros sueños somos nosotros.
En la estructura del poema (tres estrofas de cuatro versos cada una, y una de ocho líneas), ella expone anhelos rotos, fracasos, las limitantes que se presentan en nuestra época.
Se apoya en varias figuras retóricas, como la metáfora (“todos aquellos tiempos de oscuridad desaparecen, / se vuelven pasajeros y vivimos con nuevas expectativas”) y la comparación o símil (“Esperanzas se marchitan como flores en invierno”).
Incluso podemos detectar rápidamente el uso de la anáfora, con la repetición de la expresión "Sueños cesados...", así creando un significado bello y poético. Durante la lectura del poema se pueden apreciar dos sentimientos claros: al principio desesperanza y al término optimismo aun en tiempos difíciles:
Sin importar qué pase,
nuestros pensamientos puros
jamás serán opacados
por tinieblas que del mundo nos rodean.
Podemos notar que predomina el arte mayor en los versos. En su clasificación sobresalen los siguientes: endecasílabos, octosílabos y eneasílabos. En el caso de la rima ubicamos la asonante, ya que solamente se repiten los sonidos vocálicos.
La obra de Zalma describe emociones que no sólo el adolescente presenta, sino también personas adultas. Es un poema que realmente disfruté y que en algún momento de la lectura me sentí identificada con él. Obra que recomiendo, gran utilización de figuras retóricas que expresan con gran fulgor los sentimientos de la autora.

Un regalo a la literatura



Ricardo Servando Corral Pujol es un estudiante de sexto semestre de preparatoria, quien vive en el siglo XXI, el siglo de la tecnología y de la libertad. Y en su poema “Amiga” expresa su más grande sentir. 
El poema consta de 6 estrofas con 4 versos cada una. En la primera estrofa se identifica una rima de ABCA, siendo el primero y último verso los que riman, en forma asonante en ao (expresado, amado). La métrica es de arte mayor, debido a que cada verso tiene más de 8 sílabas.
El poema habla de un amor no correspondido, ese amor de adolescente que queda grabado en mente y corazón por toda la vida. Y se expone el sentimiento de dolor ante este amor prohibido:
Teniéndote ahí, tan bella y tan frágil,
buscando tus ojos cual agua en desierto,
y creando así espejismos lejanos,
que me matan, que me encelan y desgarran. 
La función poética no puede faltar en este poema lírico, a través de recursos retóricos: metáforas, anáfora (“Por haberte amado”) y adjetivación (“…tan bella y tan frágil…”).
Y también posee la función emotiva: “He de disculparme por haberte amado, / por haberte amado en tanto silencio / y solo mirarte cada mañana, triste, / por contigo jamás haberlo expresado”, es un claro ejemplo del sentimiento de dolor del autor, por haber amado a la persona incorrecta. Es tal su nostalgia, que ha decidido expresarla por medio de la poesía. 
El autor no es reconocido por sus obras fuera de la institución, pero posee una gran habilidad en la poesía. Sin duda, sus escritos lo podrán llevar a un alto nivel de las letras. Este poema es una muestra de la desilusión amorosa y es un regalo más a la literatura. 

Lo que crees puede ser realidad



En el cuento titulado “Algo muy grave va a suceder en este pueblo”, del fabuloso escritor colombiano Gabriel García Márquez, se relata una historia que te deja mucho que pensar.
La problemática da inicio cuando los hijos de una señora le ven cara de preocupada y le preguntan qué tiene, y ella dice: “No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo”. El rumor se va expandiendo por todos lados, lo cual es algo interesante de analizar y también de retroalimentar, puesto que por solamente algo que comenta la mujer el pueblo entero se moviliza.
A mí en lo personal me pareció muy interesante la época cuando se desarrolla la historia y el lugar donde se lleva a cabo, puesto que se nos relata que era un pueblo desértico, así como la ciudad donde vivimos. Uno de los factores que nos podría indicar en que época están ocurriendo los acontecimientos es que se hace referencia al uso del billar, y éste fue inventado en el siglo XVIII; eso nos da una ligera idea de en qué tiempos se sitúa el relato.
Una de las situaciones que más llamaron mi atención fue el cómo da inicio la problemática del cuento, la forma en que se va expandiendo y desarrollando, y en que culmina.
Como anteriormente ya lo mencioné, el saber dónde toma lugar esta historia es algo que me parece de cuestionarse, o realmente una incógnita, pues no lo precisa el autor; solo nos dice que se utilizaban carretas, que su unidad de medida eran las libras y menciona la época cuando las personas criaban animales en sus granjas y así se alimentaban de ellos.
El ambiente que se va creando poco a poco en el pueblo es muy importante también, pues al principio, al comenzar a propagarse el mito, todo es sonrisas y burlarse de aquel que lo dice, como es el caso de Damáso, pues sus amigos se mofan de él; pero a medida que se va expandiendo el rumor se le va dando cada vez más y más importancia, y se puede ver la forma en que va creciendo la tensión en el pueblo entero.
El ganador del Premio Nobel de Literatura nos hace reflexionar con este relato sobre cómo, si queremos creer en algo, lo creeremos, que todo está en la mente y lo crédula que la gente puede ser a veces. También, que no se debe confiar al cien por ciento en los mitos o en el “escuché que…”.
Concluyendo, este cuento es digno de leerse, te deja un gran aprendizaje. Es un relato que te pone a pensar detalladamente; es muy digerible, logras imaginar los hechos con tal facilidad y te enseña que no debes confiar en todo lo que te dicen, porque no todo es real. Al mismo tiempo, te deja un gran mensaje: que mientras tú creas firmemente en algo, esto se puede hacer realidad.

Todos andamos en la luna



En el cuento “Mirar la luna”, de Adele Basch, observamos una historia de tensión pero con un toque de diversión, ya que, como el protagonista es su propio narrador, cuenta de una forma muy descriptiva. Hablando del protagonista, esta es una mujer, y aunque sea caracterizada como un personaje paciente también puede entenderse como una persona distraída o absorta en sus pensamientos. Un aspecto importante es, como parece,  que la misma luna sea un personaje.

Al principio solo nos cuentan que una mujer (la cual es la que nos está narrando sus acciones) sale de una cabaña a tomar aire fresco. Está tan sorprendida con la hermosa noche que le dan ganas de ver la Luna; la busca con la mirada, pero nunca la percibe. Ella misma, dudosa, piensa que tal vez no hay Luna esa noche, pero aun así decide ir por su telescopio y buscarla. Lamentablemente no la encuentra, lo que ocasiona una tensión leve, ya que el personaje sigue paciente.

En el desarrollo del cuento la situación se pone algo más tensa, o, bueno, desesperada, pues nuestra amiga no localiza la Luna por ningún lado. Incluso consulta las tablas astronómicas y se da cuenta de que no hay eclipse ni ninguna otra cosa que pueda hacer desaparecer el satélite. La mujer sigue situando su telescopio en diferentes direcciones, pero le es imposible tener éxito; solo mira las estrellas y un cielo nocturno sorprendente. ¿Qué estará pasando? ¿Dónde estará el astro? Después de esta parte, hay un gran cambio en la historia, el cual te hará reír y tal vez te sorprenderá.

El tema del cuento es algo obvio, mirando el título: sí, se trata de la Luna, a la que la mujer (de quien no se menciona el nombre) busca y busca, mas nunca encuentra. Aunque es más paciente que un profesor en un salón de clases, al final no tiene más remedio que desesperarse y rastrearla aún más.

En el aspecto psicológico del personaje, se puede entender que es muy paciente; pero después de que termines de leer te darás cuenta de que también es muy distraída. En cambio, el ambiente temporal no se menciona, pero con lo que dice la narración puede deducirse que es el siglo XX; incluso, podría ser la actualidad.
Ahora, hablando de personajes, en el texto solo puede verse cómo la mujer es el único protagonista, aunque la Luna podría ser incluso otro, pero al mismo tiempo no. También se mencionan al esposo y los hijos, a quienes dice la mujer que los mira por el telescopio. ¿Algo raro, no?  

En mi opinión, éste es un buen cuento, con una redacción muy buena, aunque también tiene muchas partes confusas que la mayoría de los lectores tal vez no entiendan al principio. Yo tuve que leerlo tres veces para entender la mayor parte de todo lo que se narra. Pero aun así es una obra que te da tensión, diversión y un sorprendente desenlace. La recomiendo mucho, y si eres una persona distraída créeme que te hará reír al final.

Basch, A., “Mirar la luna”. Disponible en: http://www.imaginaria.com.ar/01/1/ basch3.htm#2

¿Un cuento dentro de otro cuento?



Relatado por un narrador omnisciente —pues éste sabe los sentimientos y las emociones de los personajes y no aparece en la trama— y escrito por Jorge Bucay, “El cuento dentro del cuento” nos habla de la muerte de una forma realmente fascinante y envolvente.
¿Qué haríamos si nos encontráramos frente a frente con la muerte? En este corto cuento —pero no por eso menos fabuloso—, el personaje principal, que es un hombre preocupado y angustiado, intenta huir de este hecho tan natural, por lo que es El Iluminado, un sabio, quien tiene que decirle la respuesta… de una manera excéntrica y única.
Acudir con una persona en caso de problemas o dudas sería lo más lógico ahora, antes y mucho antes, incluso antes de nuestra era.
El relato se desarrolla en tiempos no tan antiguos. Supongamos que es en la época medieval donde se llevan a cabo todos estos sucesos, aunque queda a criterio de los lectores decidir el ambiente temporal, pues no se especifica; sin embargo, parece ser de tal época porque es en donde las personas sabias influían muchísimo en los demás. Un pueblo es el ambiente físico de esta trama, y el temor y suspenso, el ambiente psicológico.
Con una simple frase, el personaje secundario, El Iluminado, desarrolla algo inigualable: “—Te contaré un cuento…”.
Ése es el pie, la base, el principio de esta lección que continúa desarrollándose en un pequeño pueblo en donde se vive el temor, el miedo e incluso la sabiduría. El Iluminado le relata una historia al resignado hombre, que le ayudará a superar y entender sus miedos; en ella un sirviente, su amo y la muerte forman parte de los personajes ambientales e incidentales.
“—… intentar escapar de los malos pensamientos es salir a buscarlos. Huir de la muerte es ir a su encuentro”: fueron las palabras del hombre afligido al escuchar el relato de El Iluminado y creer comprenderlo.
El autor de esta obra, Jorge Bucay, es originario de la capital de Argentina y licenciado en Medicina egresado de la Universidad de Buenos Aires; ha escrito otras obras, como: Cartas para Claudia, Déjame que te cuente y El candidato.
Este cuento me parece de lo más interesante, pues maneja un lenguaje no tan moderno, pero sí comprensible, y eso lo hace más fácil de entender. Es única la manera en la que se desarrolla cada evento y cada perspectiva que se tiene de la muerte.
Puedo asegurar que te deja un sabor de boca diferente al del como percibías la muerte.