sábado, 15 de mayo de 2021

Amor prohibido

Guiones teatrales en el antiguo Tallereando 

Marisel Yoselint Núñez Sandoval y Quetzali Ponce Zúñiga


PERSONAJES 

  • Paula

  • Claudia

  • Padre de Paula (Salvador)

  • Madre de Paula

  • Madre de Claudia

  • Maestra

  • Estudiantes


ESCENA I

Entran al salón de clases los alumnos y la maestra.

MAESTRA: (Con libros en la mano) ¡Buenos días, muchachos! ¡Tomen asiento, ya vamos a empezar la clase! (Anota la fecha en el pizarrón) "Martes 10 de octubre de 2017".

ALUMNOS: (Toman asiento) ¡Buenos días, maestra!

MAESTRA: Me han informado que se ha integrado una nueva compañera a su salón de clases. Espero que se lleven muy bien y la hagan sentir cómoda. ¡Pasa, Paula! ¿Quisieras presentarte? (Señala a Paula y se sienta en el escritorio).

PAULA: (Acercándose a la maestra, con pena) ¡Hola, compañeros! Mi nombre es Paula Alvarado y vengo de Monterrey. Espero poder hacer muchos amigos y adaptarme muy pronto, pues nunca había vivido en la Ciudad de México.

Los alumnos aplauden.

MAESTRA: (Se pone de pie y se dirige a Paula) ¡Muchas gracias, Paula! Ya verás que así será. Toma asiento en donde gustes.

CLAUDIA: (Levantando la mano) ¡Ven, Paula, siéntate conmigo!

Paula se dirige hacia el mesabanco de Claudia y se sienta junto a ella.

MAESTRA: (Con un libro en la mano) Bueno, ahora sí, muchachos, hay que ponernos a trabajar. Saquen su libro en la página 150 y pasen a resolverla. Si necesitan ayuda vienen a mi escritorio. Pueden trabajar en parejas.

Los alumnos mueven sus mesabancos hacia el compañero de al lado, sacan su cuaderno y empiezan a trabajar.

CLAUDIA: Hola, Paula. Mh… No quisiera parecer muy indiscreta, pero… ¿por qué te mudaste a la ciudad de México?

PAULA: No te preocupes. Lo que pasa es que cambiaron a mis padres de trabajo a esta ciudad y nos tuvimos que mudar.

CLAUDIA: ¿Hace mucho que llegaste?

PAULA: No. Tengo apenas dos semanas, pero no encontraba escuela que me aceptara porque ya había empezado el ciclo escolar.

CLAUDIA: ¡Ah!, tienes razón. Lo bueno es que ya estás aquí

PAULA: Sí. (Busca la pagina 150 de su libro. La revisa. Con voz de angustia) ¡Ay, pero no entiendo nada!

CLAUDIA: No te preocupes. Si quieres nos vemos saliendo de clases y te explico.

PAULA: (Sorprendida) ¿En serio?... ¡Qué linda! Me parece perfecto. 

Suena el timbre. Los alumnos empiezan a salir del salón.

PAULA: Toma, aquí está mi dirección. (Le entrega un papel a Claudia) Te espero a las cinco de la tarde. 

CLAUDIA: Ahí nos vemos (se despiden).

Salen.


ESCENA II

Suena el timbre en casa de Paula y llega Claudia. Paula observa desde la ventana de su habitación y le abre la puerta.

CLAUDIA: (Fatigada) Disculpa por la tardanza, pero había mucho tráfico.

PAULA: No te preocupes. Pasa 

Se dirigen a la habitación de Paula.

CLAUDIA: (Observando con detenimiento la habitación) ¡Me encanta tu habitación!

PAULA: Gracias. Traté de decorarla como la tenía en mi antigua casa, pero aún me faltan algunos detalles.

CLAUDIA: (Se sienta en la cama y busca su libro) Bueno, ya hay que empezar, porque tenemos mucho trabajo.

Tocan a la puerta y entra la madre de Paula.

MADRE DE PAULA: Hola, hija (le da un abrazo a Paula y se queda mirando a Claudia). ¿Cómo te fue en tu nueva escuela?  

PAULA: Hola, mamá. Muy bien. Le presento a mi nueva amiga, Claudia.

La madre de Paula se dirige hacia Claudia y la saluda. Entra el padre de Paula.

PAULA: Hola, papá (le da un abrazo). 

PADRE DE PAULA: Hola. Paula. (Mira a Claudia. A su hija) ¿Y ella quién es?

MADRE DE PAULA: Es una nueva amiga de Paula. Su nombre es Claudia.

PADRE DE PAULA: (Saluda a Claudia) Hola, Claudia. Mucho gusto en conocerte. Siéntete como en casa. 

CLAUDIA: ¡Ay, muchas gracias, señor! ¡Qué amable es usted! (solo se dirige al papá, lo mira muy detenidamente y le acaricia el brazo).

PAULA: Bueno, pues, ya déjennos estudiar (desesperada, saca a sus padres de su habitación). ¡Ay, amiga, disculpa a mis papás! A veces se ponen muy pesados.

CLAUDIA: No te preocupes. Mejor hay que ponernos a estudiar.

Se sientan en la cama y Claudia le empieza a explicar a Paula.

CLAUDIA: Oye, ¿y cómo se llama tu papá?

PAULA: Salvador Alvarado. ¿Y el tuyo?

CLAUDIA: (Desvía la mirada) Mh… Se fue con una mujer cuando nací. Nunca lo pude conocer.

PAULA: Lo siento, no quería incomodarte (le da un abrazo)… ¿Tú sabías quién era la mujer con la que se fue?

CLAUDIA: No, mi mamá nunca habla de eso. Solo me dice que era de Monterrey… ¡Pero, ya, no te preocupes!... Por eso valora mucho a tu padre. Se ve que se llevan muy bien. 

PAULA: Sí, nos llevamos muy bien. 

CLAUDIA: Me gustaría tener una familia como la tuya. En la mía solo somos mi mamá y yo… ¿Cómo se conocieron tus papás?

PAULA: Se conocieron en la preparatoria.

CLAUDIA: ¡Ay, qué lindo! Espero tener una historia igual de bonita que la suya… Pero, bueno… Ya tenemos que ponernos a estudiar. (Toma su libro y le comienza a explicar a Paula).

Las luces disminuyen y ambas salen.


ESCENA III

Claudia entra a su habitación, se sienta en la cama y revisa su celular.

CLAUDIA: Definitivamente el padre de Paula me parece muy atractivo. Lo buscaré en el perfil social, para ver si podemos hablar y ser algo más que unos simples desconocidos. (Mira con detenimiento su celular y empieza a escribir) “Hola, Salvador. Soy Claudia, la nueva amiga de su hija. Espero y me acepte y seguir conociéndonos”.

SALVADOR: (En su habitación, sentado en su cama, toma el celular y lee los mensajes. Se desconcierta. Responde) “Hola, Claudia. Me da mucho gusto de que Paula acaba de entrar a la escuela y ya se lleve tan bien con sus compañeros. Creí que le sería más difícil. ¿Necesitas que le pase algún recado a mi hija?”.

CLAUDIA: (Escribiendo en el celular) “¡No se imagina lo feliz que estoy por eso! En todo caso, el gusto fue mío por haber conocido a su familia. ¡No, no se preocupe! No necesito decirle nada a ella”.

SALVADOR: (Escribiendo) “¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “No, todo está bien”.  

SALVADOR: (Escribiendo) “Bueno, si es así me despido. Últimamente no la he estado pasando bien y me siento muy cansado”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “Creo que si alguien necesita ayuda aquí eres tú. Cuéntame, ¿qué te pasa?”.

SALVADOR: (Escribiendo) “No te preocupes. Eres solo una jovencita, no tengo por qué fastidiarte con problemas de adultos”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “En verdad, no es ninguna molestia. Puedes confiar en mí”.

SALVADOR: (Escribiendo) “Está bien, pero no me gustaría que hablaras acerca de esto con Paula”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “Descuida”.

SALVADOR: (Escribiendo) “Lo que pasa es que he estado teniendo problemas con mi esposa desde que nos mudamos de ciudad, por lo que ahora estamos distanciados y no me gusta estar así”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “Eso es algo que en todas las parejas pasa. Pero te diré qué es lo que puedes hacer para estar juntos otra vez”.

SALVADOR: (Escribiendo, entusiasmado) “¿En serio? ¡Muchas gracias, en verdad!”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “Mira, primero tendrás que tratarla como lo hacías cuando se conocieron. Dale detalles que sean significativos para ella, pasen más tiempo juntos y verás que todo se arregla”.

SALVADOR: (Se levanta de la cama mientras lee los mensajes, muy animado. Escribe) “¡Muchas gracias, no sabes lo agradecido que estoy!”.

CLAUDIA: (Se ríe. Escribe) “No hay de qué. Verás cómo todo se arregla”.

SALVADOR: (Escribiendo) “Eso espero. Bueno, buenas noches. Mañana hablamos”.

CLAUDIA: (Escribiendo) “Igualmente, Salvador. Que descanses”.

Claudia se acuesta en su cama. Salvador sale de su habitación. La luz disminuye.


ESCENA IV

Paula entra a su habitación y se acuesta en la cama; marca en su teléfono. Claudia está sentada en el escritorio de su habitación, mientras chatea con Salvador; escucha la llamada y contesta.

PAULA: Hola, Claudia, ¿cómo estás?

CLAUDIA: Hola, Paula. La verdad, muy aburrida, no tengo nada que hacer.

PAULA: Yo también estoy muy aburrida, y estoy sola en casa. (Pensativa) ¿Qué te parece si vienes a mi casa y miramos películas?

CLAUDIA: Me parece muy bien. Tengo que contarte que estoy platicando con alguien. Solo deja y le pido permiso a mi mamá, ¿va? No me cuelgues.

PAULA: ¿Por qué no me habías dicho antes? (sorprendida) Está bien, te espero.

CLAUDIA: (Grita) ¡Mamá…!

MADRE DE CLAUDIA: (Tras bambalinas) ¡Mande, hija! 

CLAUDIA: ¿Puedo ir a casa de Paula? (en tono de ternura)

MADRE DE CLAUDIA: No, Claudia, ya es muy noche para salir sola.

CLAUDIA: ¡Por favor, mamá! Solo miraremos películas.

MADRE DE CLAUDIA: Está bien, pero te quiero aquí antes de las diez.

CLAUDIA: (Alegre) ¡Gracias, mamá! Al rato vuelvo. (Toma su celular) ¡Paula, sí me dejaron! ¡Voy para allá!

PAULA: Aquí te espero. Te dejaré la puerta abierta, solo entra.

CLAUDIA: Okey, bye

Ambas cuelgan el teléfono.

CLAUDIA: (Escribe en su teléfono) “Salvador, tengo que salir. Platicamos mañana. Bye”. (Sale).


ESCENA V

Claudia entra a la habitación de Paula. 

CLAUDIA: (Deja su celular en la cama) Voy al baño, ahorita vengo.

PAULA: (Sentada en la cama) Sí, está bien, pasa. Pero te apuras, para que ya me cuentes con quién estás hablando. (Claudia sale).

Llega una notificación al celular de Claudia y Paula lo lee.

PAULA: (Sorprendida y decepcionada) ¡Un mensaje de mi papá!... ¡Esto no puede ser!… (con tono triste).

CLAUDIA: (Regresa del baño y mira a Paula triste. Se sienta en la cama) ¿Estás bien? (preocupada),

PAULA: (Le muestra a Claudia el mensaje en el teléfono) ¡No puede creer que me hayas hecho esto…! (Llorando) ¡Te di toda mi confianza y me lastimas de esta manera! (Se seca las lágrimas).

CLAUDIA: (Preocupada) ¡No es como lo imaginas, en verdad! ¡Todo es un malentendido! (abrazando a Paula).

PAULA: (La rechaza) ¡No te creo! Ahora entiendo por qué me hacías tantas preguntas sobre él y me querías contar acerca de un chico con el que estabas hablando… (Grita) ¡Vete de mi casa ahora mismo! ¡No quiero verte nunca más! (llora).

Claudia se queda en silencio muy asustada y sale.


ESCENA VI

Claudia entra muy desesperada a su habitación.

CLAUDIA: ¡No puede ser, no puede ser! ¿Qué hago? (Toma su teléfono y llama a Salvador) ¡Contesta, Salvador…!

SALVADOR: (Tras bambalinas) ¿Bueno?

CLAUDIA: ¡Salvador, soy yo, Claudia!

SALVADOR: Hola, cariño… ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

CLAUDIA: (Preocupada) ¡No me digas más cariño! ¡Paula se ha enterado de todo!

SALVADOR: ¡Qué! ¿Qué pasó, qué fue lo que hiciste?

CLAUDIA: (Triste) Lo que pasa es que Paula me invitó a tu casa a ver películas, y al ir al baño dejé mi celular en la cama. Y ella vio el mensaje que dice que me amas y que dejarías a tu esposa.

SALVADOR: (Decepcionado) ¡No puede ser, le rompí el corazón a mi hija!

CLAUDIA: ¿Qué haremos ahora?

SALVADOR: No te preocupes, cariño. Todo saldrá bien.

CLAUDIA: (Confundida) ¿Por qué, que es lo que estas planeando?

SALVADOR: No te lo había dicho, pero hoy le dejé una carta a mi esposa sobre la cama, y acabo de renunciar a mi trabajo.

CLAUDIA: (Sorprendida) ¿A tu trabajo? ¡Salvador, ¿por qué lo hiciste?!

SALVADOR: Porque me di cuenta de que quiero estar contigo, y dejaría todo por ti. ¿Qué te parece si nos vamos juntos?

CLAUDIA: (Pensativa camina de un lado a otro) No lo sé, yo quiero mucho a Paula…

SALVADOR: ¿Y tú crees que yo no? Mira, todo depende de ti, si estamos juntos o no. Yo ya dejé todo por ti, solo falta… que tú también lo hagas por mí.

CLAUDIA: (Con voz firme) ¡Está bien, acepto irme contigo a donde quieras!

SALVADOR: ¿Estás en tu casa?

CLAUDIA: Sí, aquí estoy.

SALVADOR: Okay, en diez minutos paso por ti, haz una maleta con lo necesario. Te quiero.

CLAUDIA: Está bien. Le dejaré una carta a mi mamá. Te veo en diez minutos. Te quiero más.

Claudia sale.


ESCENA VII

Entra la madre de Paula a la habitación de su hija, con una carta en las manos.

PAULA: ¿Mamá?

MADRE DE PAULA: ¿Esto era lo que me querías decir? (le entrega la carta).

PAULA: (Toma la carta y la lee muy decepcionada) ¿Se fue con ella?

MADRE DE PAULA: (Llorando) ¡Creo que fue un error mudarnos a esta ciudad, hizo que descuidara a tu padre! ¡Fui una estúpida!

PAULA: (Abraza a su madre) ¡No, mamá, no digas eso! (Molesta) Eso fue culpa de esa niña por haberse metido entre ustedes… (Triste) Y… creo que también fue culpa mía por haberla traído a casa.

MADRE DE PAULA: No, hija, no pienses así. Tarde o temprano todo regresaría.

PAULA: ¿De qué hablas, mamá?

MADRE DE PAULA: Hace algunos años, en Monterrey, hice lo mismo con un hombre.

PAULA: (Decepcionada) Lo siento, mamá…


TELÓN 


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