sábado, 15 de mayo de 2021

Verdaderos padres

Guiones teatrales en el antiguo Tallereando 


José Alejandro Vega León


PERSONAJES

  • Felipe (un adolescente bastante despistado)

  • Mamá

  • Papá


Escenografía: Un sillón y una lámpara, simulando la sala de una casa de clase media. La escenografía permanece durante toda la representación.


ESCENA 1

El papá y la mamá de Felipe están sentados en el sillón viendo hacia el frente, en silencio. Felipe está de pie viéndolos desde atrás.

FELIPE: ¿A qué se debe que estén tan serios?

MAMÁ: Felipe, tenemos que decirte algo…

FELIPE: Primero que todo ¿Qué habrá de cenar? Porque invité a un amigo a que se quedara un rato.

PAPÁ: Ahora mismo no es momento para eso.

FELIPE: ¿Cómo no? Si ya casi es hora. ¿Qué tal si no come lo que van a preparar? O peor, que no esté lista la cena cuando llegue.

MAMÁ: Dile a tu amigo que surgió algo importante, que no podrás tenerlo aquí en este día.

FELIPE: ¿Qué? Si lo teníamos planeado desde hace una semana. Yo mismo les pedí permiso a ustedes y me dijeron que sí. Además, no es de buena educación cancelar un plan a última hora.

PAPÁ: Sólo haz lo que te decimos.

FELIPE: (Revisa el teléfono) ¡Huy, me acaba de enviar un mensaje! Dice que… ¡ya viene en camino! Va a llegar y no va a haber nada en la mesa. Al parecer tendré que cocinar yo.

MAMÁ: Felipe…

FELIPE: (Moviéndose por la sala) Tendré que apurarme. ¿Por qué no, en vez de hacer todo este rollo, me dicen lo que me quieren decir directamente? 

PAPÁ: Porque esto no se puede decir así como así, Felipe.

FELIPE: (Buscando algo) Bueno, me lo tendrán que decir después, porque ahora mismo estoy ocupado.

PAPÁ: Nunca has cocinado…

FELIPE: Bueno, siempre hay una primera vez.

MAMÁ: (Hablando fuerte) ¡Felipe!

FELIPE: Madre, estoy justo enfrente tuyo. Literalmente, no le veo la necesidad de gritar, me vas a dejar sordo.

MAMÁ: Pues parece que no escuchas.

FELIPE: No, ustedes no están escuchando. La casa de mi amigo queda como a cuarenta minutos, es decir que tenemos que tener la cena lista en menos de 35, porque ya perdimos tiempo y quién sabe si salió antes.

MAMÁ: (Cansada) Felipe...

FELIPE: Ya no podemos perder más tiempo, tendré que ir a hacer algo rápido. ¿Qué puede ser...? Ah, ya sé, ¡quesadillas!


ESCENA 2

Felipe sale. La mamá y el papá se quedan hablando en el sillón.

MAMÁ: (Tras un silencio) Esto es imposible.

PAPÁ: (Rascándose el ojo) Dímelo a mí, me tocó explicarle lo de los bebés. Tardé dos horas en siquiera empezar.

MAMÁ: (Sonríe) Así es él. Ahora que lo pienso se parece un poco a ti en ese aspecto, como si en realidad fuera nuestro hijo.

PAPÁ: Es nuestro hijo.

MAMÁ: Sí, pero, de sangre...

PAPÁ: Nunca se lo ha cuestionado, ¿verdad? Ni siquiera se parece un poco a nosotros. Al menos una duda debió de tener.

MAMÁ: Ya sabes cómo es, ignora mucho los detalles.

PAPÁ: (Riéndose) Ahora mismo está haciendo quesadillas. ¡Pobre de su amigo! ¿Cómo es que no te acordaste de eso?

MAMÁ: ¿Qué? Yo ni sabía, tú fuiste el que le dio permiso. Y probablemente sin darte cuenta.

PAPÁ: Bueno, probablemente sí fui yo. ¿Recuerdas en su cumpleaños? Cuando estaba tan concentrado haciéndose un regalo que olvidó que era su cumpleaños. Y tú no le recordaste…

MAMÁ: (Sonriendo) Sí, que al final no recordaba para quién era, y te lo quería dar a ti. Y si no le recordé fue porque no pensé que se le fuera a olvidar.

PAPÁ: Y en vez de estar ayudándole con la cena, aquí estamos. Va a pasar otra vergüenza por nuestra culpa.

MAMÁ: Deberías tomar su teléfono y decirle a su amigo que está en el hospital porque se cayó del techo, o algo así.

PAPÁ: ¿Y si su amigo quiere ir a visitarlo? ¿Cómo le vamos a hacer ahí? Aparte, su teléfono tiene clave.

MAMÁ: ¿No te la sabes? Empiezo a dudar más de tus habilidades como padre. No es tan difícil verlo cuando la ponga.

PAPÁ: Tú no sabías ni su cumpleaños…

MAMÁ: Ya te dije por qué fue, no estés molestando. (Simula que está oliendo algo) ¿Ya ves? Ahora ya no hay cena.

Ambos permanecen unos momentos en silencio.


ESCENA 3

Entra Felipe.

FELIPE: (Se acerca al sillón donde están sus padres) ¿Si la quesadilla está negra es porque se quemó?

MAMÁ: Sí, Felipe... ¿Tu amigo no llegó?

FELIPE: Me acaba de mandar un mensaje: que está en el hospital. No podrá asistir hoy. ¡Qué mala suerte que no podrá probar mis quesadillas!

PAPÁ: (Preocupado) ¿Qué le pasó?

FELIPE: Me dijo que se cayó del techo. No sé cómo, porque se supone que ya venía en camino. Pero espero que esté bien.

El papá de Felipe se aguanta la risa y la mamá le da un codazo.

FELIPE: Podremos ir a visitarlo, ¿verdad?

MAMÁ: Claro, Felipe. Pero ahora ya es muy tarde, y no creo que dejen pasar a las visitas cuando el accidente acaba de ocurrir.

PAPÁ: Sí, Felipe... Ya deberías estar yendo a dormir.

FELIPE: Okey, ya tengo sueño.

MAMÁ: (Voltea a ver al papá enojada) ¡No, Felipe! Todavía no te hemos dicho lo que te íbamos a decir!

FELIPE: (Alejándose) Pues ya estoy cansado. Estuve cocinando porque ustedes no me ayudaron. ¡Y luego, para que mi amigo se accidentara...!

MAMÁ: ¡Felipe, vuelve aquí!

FELIPE: (Se queda quieto) ¿Qué es tan importante como para anteponerlo a mis horas de sueño?

PAPÁ: Algo muy importante.

FELIPE: Saben que dormir las ocho horas diarias es importante para obtener un buen crecimiento.

PAPÁ: Sí, pero escucha.

FELIPE: Además, no dormir bien puede causar problemas en la nutrición…

MAMÁ: (Irritada) ¡Eres adoptado! (Hay un breve silencio, en que todos se quedan viendo entre sí) No somos tus verdaderos padres.

FELIPE: (Se queda callado unos segundos y se acerca) Ustedes son mis verdaderos padres.

PAPÁ: Felipe…

FELIPE: Ya tengo un poco menos de sueño. ¿No quieren venir a comer de mis quesadillas?

MAMÁ: (Sonríe) Claro, cielo.

Sale Felipe, seguido de sus padres.

TELÓN

Cuarto semestre de preparatoria, 2020.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario