miércoles, 26 de mayo de 2021

El teatro sí es un arte

Alejandro Beltrán Castro


Desde el principio del semestre (febrero-junio de 2020) todos sabíamos que en algún punto de este presentaríamos una obra de teatro en la clase de literatura. Incluso lo sabíamos desde antes. Pero, debido a la contingencia que se vive hoy en día, los planes cambiaron: ya no podríamos asistir físicamente a la escuela, por lo que sería imposible una representación. Por esta razón montaríamos una obra de títeres cada quien desde su casa. Al principio, cuando se dio a conocer este cambio, la mayoría de los alumnos nos sentimos un tanto preocupados, porque ninguno de nosotros había tenido antes la experiencia de ser titiritero. 

Las fechas de las primeras actividades se dieron a conocer y debíamos empezar por elaborar los materiales que utilizaríamos para representar la obra que habíamos escogido previamente. Yo opté por El camino que elegí, de Humberto Emmanuel Sánchez Rangel. El motivo fue porque me pareció que dicha obra sería fácil de representar con los muñecos, ya que cuenta con pocos personajes, siendo estos la mayoría hombres; por lo tanto, no debería tener tanta dificultad como si de imitar la voz de una mujer se tratase. 

Comencé con la elaboración del teatro de títeres, de la cual debíamos enviar evidencia en video el día 30 de abril. Al principio se me dificultó un poco, ya que tenía la mente en blanco, sin idea alguna de cómo quería representar la obra. Sin esa claridad, busqué materiales en mi casa que me podrían ser útiles para elaborar el teatrino. No contaba con muchas opciones, así que me tuve que decidir por hacer un dibujo en cuatro hojas de papel pegadas. En el guión teatral en ningún momento se cambia de escenografía, por lo que solo necesitaría una sola para toda la obra. 

Posteriormente llegó el momento de confeccionar los personajes, dos días después del primer avance. Ahora ya tenía una idea más clara de cómo debían ser estos, para que no parecieran fuera de lugar frente a mi teatrino. Hice un dibujo en una hoja para cada uno de los personajes; de esta manera tendría a cuatro de ellos del tamaño de una hoja de papel: Shawn, David, el doctor Lynn  y la mamá de Shawn. De acuerdo al libreto original, en la escenografía habría dos sillas, una mesa y una cama, de la cual el protagonista no saldría en ningún momento; por lo tanto, decidí que el muñeco de Shawn ya estaría en la cama, es decir, esta se integraría al títere.

Tras alrededor de doce días de la primera entrega, ya con el teatrino y los títeres listos, llegaba el momento del primer ensayo de voz. En esta ocasión leí el guión varias veces, para encontrar la voz que usaría para cada personaje. Fue en este punto cuando me decidí por remover a la mamá de Shawn, puesto que su papel en la historia no es determinante y solo decía unas cuantas líneas. Pero no porque no aparezca significa que la retiré completamente: ella se menciona en la representación unas cuantas veces.

Había llegado el momento de los primeros ensayos con los títeres y yo todavía no tenía un lugar donde poner el teatrino para una mejor calidad. Al principio mi idea era que este estaría pegado a la pared y los títeres al frente, pero tal ubicación no era viable si tenía en cuenta la calidad del video, ya que de esta manera se verían sombras y otros aspectos relacionados con la iluminación que harían desmerecer mi representación. Por lo tanto, decidí poner las cuatro hojas sobre una mesa y grabar a los personajes en una vista de arriba para abajo. 

En los primeros ensayos todo el tiempo tuve que sostener con la mano el celular con el que grababa, pero esto era muy cansado y además no resultaba muy estable, cosa que se podía notar en los videos. Me propuse que antes de grabar la escenificación encontraría una manera en la cual no debiera ser yo quien sostuviera el celular. Así fue como se me ocurrió usar un soporte para el dispositivo con una adaptación que permitiría pegarlo a la ventana de mi habitación. Como resultado, la grabación fue mucho más estable y, en mi opinión, de mejor calidad.

Algunas cosas que aprendí de esta actividad son; que el trabajo de un titiritero no es tan fácil, como solo mover unos títeres y ya. Así como en el teatro con actores y escenografía, un titiritero debe ensayar una y otra vez para poder lograr una mejor representación de la obra, al igual que una gran capacidad para cambiar las voces de acuerdo con los personajes. 

Como evaluación propia de mi representación, aunque no fue la mejor obra, estoy contento con el resultado final, de acuerdo con los recursos y materiales con que contaba. Me di cuenta del trabajo que tienen que realizar los actores para meterse en su papel y darles vida a simples palabras escritas en el guion, haciendo del teatro, así como del teatro de títeres, un arte.

Cuarto semestre de preparatoria, 2020

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