El
equipo de basquetbol del Instituto Salvatierra disputábamos la final de la
etapa municipal del torneo de intersecundarias, que terminamos ganando después
de un duro partido contra la secundaria 18 de Marzo.
Y
finalmente tuvimos el pase a la etapa estatal, representando a Mexicali en Tijuana,
B. C., una ciudad muy grande, muy bonita y llena de lugares turísticos.
Pero
nosotros no íbamos a divertirnos. Teníamos que prepararnos para salir a ganar,
y para eso debíamos entrenar mucho y muy duro.
Entonces
llegó el momento de ir a Tijuana al estatal. Todos estábamos listos para ir y
el entrenador nos recogió en la preparatoria del Salva.
Ganamos
el estatal y ahora representaríamos a Baja California en el nacional de
intersecundarias. Pasó el tiempo y el entrenador nos dijo que iríamos a Tijuana,
al Centro de Alto Rendimiento. Nos recogió en la Ciudad Deportiva y nos fuimos.
Cuando
llegamos nos hospedamos por tres días. Esos tres días estuvieron muy pesados para
todos, porque los entrenamientos eran muy duros y los alimentos muy malos, pues
no tenían sabor (ahí no le echan sal ni azúcar a la comida).
Sin mencionar
los cuartos. Para mí, estaban feos; pero me pareció bien que eran separados. Las
camas se sentían muy incómodas y en los baños no había jabón ni agua caliente.
En el
último día de entrenamiento el entrenador nos dijo que cuando termináramos iríamos
a comer a otro lugar, porque a él tampoco le gustó lo que nos servían. Fuimos,
comimos y nos pusimos felices.
Después
nos regresamos a Mexicali para descansar y disfrutar lo que nos quedaba del fin
de semana. Nos llevaron a la Ciudad Deportiva y nos recogieron ahí.
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