viernes, 28 de junio de 2019

Un cuento entretenido sobre la tristeza


Evangelina Treviño Amaya



“Es que somos muy pobres”, escrito por Juan Rulfo, es un cuento que trata sobre una terrible tormenta que inunda un pequeño pueblo. Tacha, la hermana del personaje principal, posee una vaca llamada Serpentina. Con la horrenda tormenta, el animal se extravía. El narrador y su papá emprenden una búsqueda por el pueblo. Al llegar al río encuentran a un señor recogiendo leña y le preguntan si ha visto a una vaca caminando por esos lugares. Él les contesta que no, pero que está seguro de haber visto una patas arriba en el río. En ese momento saben que está muerta y devastados regresan. Al oír la noticia, Tacha va a llorar junto a su hermano, quien relata la historia.
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52. Su reputación se asienta en dos libros: El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955).
Esta obra tiene como personaje principal al narrador, pues es el que cuenta sobre su familia y da su versión de la historia. 
Como personajes secundarios se encuentran Tacha y el papá. Ellos son mencionados constantemente, ayudan al personaje principal en su toma de decisiones y aportan contexto a la historia. También la mamá y las dos hermanas.
Por último, tenemos como personajes ambientales a la vecina conocida como la Tambora y al señor del río. Ellos aparecen brevemente. Ayudan a dar contexto a la historia y ayudan a que el narrador relate con más detalle.
Al finalizar la lectura del cuento, considero que tiene un final abierto, pues no se explica si encontraron a la Serpentina, ni sobre el futuro de Tacha. Asimismo, lo clasifico como sorpresivo, triste y malo por sus valores.
El tema de este texto es la tristeza, pues el papá se angustia por el bienestar de su hija y se preocupa por que, después de haber perdido a la vaca, Tacha vaya a guiarse por los malos caminos. La tristeza se refleja también cuando la niña sabe que el animal está extraviado y posiblemente muerto; igualmente, tras el fallecimiento de la tía Jacinta.
Este es un cuento de tipo sociológico, como se aprecia aquí: “Según mi papá, ellas se habían echado a perder porque éramos muy pobres en mi casa y ellas eran muy retobadas”. La historia muestra cómo el hombre hace todo el esfuerzo para comprarle una vaca a Tacha, aunque quedaran sin recursos, con el objetivo de que no siga los mismos malos caminos que sus hermanas. También refleja los problemas que enfrentan ellos y las personas que viven en ese rancho durante la tormenta, de muchos días de duración.
El cuento posee un narrador de tipo personaje, como se ve en la siguiente cita textual: “Mi hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero de agua que cada vez se hace más espesa y más oscura y que pasa muy por encima de donde debe estar el puente”. Por ser este el tipo de narrador, se utiliza la voz narrativa de primera persona: “Cuando me levanté, la mañana estaba llena de nublazones y parecía que había seguido lloviendo sin parar”.
El espacio en el que se ubica la historia es un rancho, pues se menciona que tiene un pequeño establo para guardar a la vaca y la Tambora, vecina de la familia, posee gallinas. El tiempo en el que transcurren los acontecimientos es alrededor de los años cincuenta.
La atmósfera de este relato es triste, como se puede observar en el siguiente fragmento: 
El sabor a podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición.
Se puede decir que el cuento posee el método narrativo in media res, pues el narrador empieza refiriéndose al entierro de su tía Jacinta y posteriormente relata un poco sobre su vida. Además, al principio los personajes saben que la vaca se extravió y luego el niño cuenta cómo la obtuvieron y cómo se percataron de que se había extraviado.
En cuanto al tiempo narrativo, encontramos la retrospección. Un ejemplo de esto es: “Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle”. Por consecuencia, el autor usa como recurso temporal los flash-backs: “Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río”.
El autor utilizó estos tres prototipos textuales:
  • Narración:
Después nos subimos por la barranca, porque queríamos oír bien lo que decía la gente, pues abajo, junto al río, hay un gran ruidazal y sólo se ven las bocas de muchos que se abren y se cierran y como que quieren decir algo; pero no se oye nada.
  • Descripción: “(La Serpentina) tenía una oreja blanca y otra colorada y muy bonitos ojos”.
  • Diálogo: “Sí ―dice―, le llenarán los ojos a cualquiera dondequiera que la vean. Y acabará mal; como que estoy viendo que acabará mal”.
En cuanto a la función emotiva, tenemos un claro ejemplo en la siguiente oración: “La semana pasada se murió mi tía Jacinta y el sábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca”.
Sobre la función poética, existen muchos ejemplos de ella. A continuación, un símil: “Pero al volverse se encontró entreverada y acalambrada entre aquella agua negra y dura como tierra corrediza”.
Para finalizar, considero que este es un cuento muy entretenido, pues su tema es de interés para muchas personas. Contiene una excelente redacción y logra atrapar la atención del lector; y no está de más decir que contiene una impecable ortografía.
Referencia:
Rulfo, Juan, “Es que somos muy pobres”. Disponible en: https://ciudadseva.com/texto/es-que-somos-muy-pobres/ 

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