viernes, 28 de junio de 2019

Un cuento complicado sobre la soledad


Montserrat Parada Márquez



El cuento analizado para este comentario fue escrito por el uruguayo Mario Benedetti, nacido el 14 de septiembre de 1920 y fallecido el 17 de mayo de 2009. Es conocido como escritor poeta, dramaturgo y periodista. A pesar de sus inconclusos estudios publicó más de ochenta libros, siendo una parte de ellos traducida o más de veinte idiomas. 
El texto que comentaré se titula “La noche de los feos”. Su tema es la soledad, porque los dos personajes principales se describen como personas muy feas, por lo que no habían encontrado a alguien con características similares, y recurren a la superficialidad de ambos para hablar.
Es un cuento de tipo sociológico, ya que expresa los problemas que se enfrentan en una sociedad, por ejemplo, al ser juzgados por su diferente físico o, como ellos lo dicen: “por feos”.
Durante el planteamiento se describen los personajes de él y ella, sin mencionar algún nombre; solo se comentan algunos rasgos físicos que los caracteriza como feos, según la gente y lo que les dicen. Pero un día ellos se encuentran en la entrada del cine, donde se sorprenden por sus fealdades tan similares. Entran a la función, en la que todos están con sus parejas, excepto ellos. Al no dejar de mirarse, aceptando su físico y soledad, quedan en ir a la confitería. Deciden aprovechar la oportunidad.
En esta parte de la estructura se identifican los personajes:
Principal: el joven que narra, ya que sin él no habría historia, además de que se describe tanto física como psicológicamente, siento también el que efectuó la primera acción.
Secundario: es la mujer, pues se le describe físicamente y se saben algunos detalles —aunque no los suficientes— de ella; pero su actuación sería inerte, de no ser por el joven.
Ambientales: las parejas del cine y posteriormente (se mencionarán en el desarrollo) las personas que se encontrarán en la confitería. Se consideran ambientales, pues no se mencionan mucho y no se describen como los anteriores.
En el desarrollo se narra cuando llegan a la confitería y todas las personas los miran, al mismo tiempo que hablan entre voces. Después de una plática de dos horas y algunas tazas de café, abordan un tema en el que se dan cuenta que sus pensamientos coinciden. En eso, el joven le hace una invitación a pasar la noche juntos en su departamento y ella accede.
Este cuento es narrado por el personaje principal y en primera persona, como se muestra en estas citas del texto: “Por primera vez no pudo sostener mi mirada” y “Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia”. Por lo que respecta a la voz narrativa, se puede observar el siguiente ejemplo: “Nos sentamos, pedimos dos helados y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo”.
Los espacios en los que transcurre la historia son el cine, el café y el departamento. La fecha de este suceso no se menciona, pero, por los espacios, aproximadamente ocurrió que pasó en 1950, pues alrededor de esos años ya existían esos lugares.
Como toda la trama del cuento habla sobre sus fealdades, y que nadie los quiere, la atmósfera se considera triste y de personas derrotadas, por dársele mucha importancia al físico y no a los sentimientos.
La clasificación del desenlace, por su estructura, es cerrado; según su lógica, es sorpresivo; es triste por el lado afectivo, y malo por sus valores.
El texto está escrito in media res y en su estilo se ubica el tiempo narrativo retrospectivo, por ejemplo: “Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera”. Y al haber utilizado la retrospección, el recurso temporal que aparece es el racconto.
El autor utiliza los siguientes prototipos textuales:
Narración: “La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella y luego le hablé”, “Por fin entramos. Nos sentamos en las filas distintas pero contiguas…”.
Descripción: “Podría distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal”. Y:
La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro (...) mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas.
Diálogo: 
“¿Qué está pensando?”, pregunté.
Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.
“Un lugar común”, dijo. “Tal para cual”.
En cuanto a las funciones de la lengua se pueden encontrar algunos ejemplos:
Emotiva o expresiva: “Quizás debería sentir piedad, pero no puedo”, “Lloramos hasta el alba, desgraciados felices”.
Poética o estética: “Una hora y cuarenta minutos admiraron las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína”.
Para finalizar en mi comentario, este es un cuento corto, a comparación de otros; me fue un poco difícil entenderlo la primera vez que lo leí, a pesar de su lenguaje cotidiano. No me gustó el final, ya que al comienzo creí que había sido una buena decisión, pero no fue así. Le agregaría más funciones de la lengua, tanto emotivas como poéticas,, pues me resultó difícil encontrarlas. No es un cuento que recomendaría, debido a que me resultó difícil trabajar con él.
Referencia:
Benedetti, M., “La noche de los feos”. Obtenido el 24 de julio de 2018 de: https://narrativabreve.com/2013/10/cuento-benedetti-noche-feos.html

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