viernes, 28 de junio de 2019

Un cuento entretenido sobre la tristeza


Evangelina Treviño Amaya



“Es que somos muy pobres”, escrito por Juan Rulfo, es un cuento que trata sobre una terrible tormenta que inunda un pequeño pueblo. Tacha, la hermana del personaje principal, posee una vaca llamada Serpentina. Con la horrenda tormenta, el animal se extravía. El narrador y su papá emprenden una búsqueda por el pueblo. Al llegar al río encuentran a un señor recogiendo leña y le preguntan si ha visto a una vaca caminando por esos lugares. Él les contesta que no, pero que está seguro de haber visto una patas arriba en el río. En ese momento saben que está muerta y devastados regresan. Al oír la noticia, Tacha va a llorar junto a su hermano, quien relata la historia.
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52. Su reputación se asienta en dos libros: El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955).
Esta obra tiene como personaje principal al narrador, pues es el que cuenta sobre su familia y da su versión de la historia. 
Como personajes secundarios se encuentran Tacha y el papá. Ellos son mencionados constantemente, ayudan al personaje principal en su toma de decisiones y aportan contexto a la historia. También la mamá y las dos hermanas.
Por último, tenemos como personajes ambientales a la vecina conocida como la Tambora y al señor del río. Ellos aparecen brevemente. Ayudan a dar contexto a la historia y ayudan a que el narrador relate con más detalle.
Al finalizar la lectura del cuento, considero que tiene un final abierto, pues no se explica si encontraron a la Serpentina, ni sobre el futuro de Tacha. Asimismo, lo clasifico como sorpresivo, triste y malo por sus valores.
El tema de este texto es la tristeza, pues el papá se angustia por el bienestar de su hija y se preocupa por que, después de haber perdido a la vaca, Tacha vaya a guiarse por los malos caminos. La tristeza se refleja también cuando la niña sabe que el animal está extraviado y posiblemente muerto; igualmente, tras el fallecimiento de la tía Jacinta.
Este es un cuento de tipo sociológico, como se aprecia aquí: “Según mi papá, ellas se habían echado a perder porque éramos muy pobres en mi casa y ellas eran muy retobadas”. La historia muestra cómo el hombre hace todo el esfuerzo para comprarle una vaca a Tacha, aunque quedaran sin recursos, con el objetivo de que no siga los mismos malos caminos que sus hermanas. También refleja los problemas que enfrentan ellos y las personas que viven en ese rancho durante la tormenta, de muchos días de duración.
El cuento posee un narrador de tipo personaje, como se ve en la siguiente cita textual: “Mi hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero de agua que cada vez se hace más espesa y más oscura y que pasa muy por encima de donde debe estar el puente”. Por ser este el tipo de narrador, se utiliza la voz narrativa de primera persona: “Cuando me levanté, la mañana estaba llena de nublazones y parecía que había seguido lloviendo sin parar”.
El espacio en el que se ubica la historia es un rancho, pues se menciona que tiene un pequeño establo para guardar a la vaca y la Tambora, vecina de la familia, posee gallinas. El tiempo en el que transcurren los acontecimientos es alrededor de los años cincuenta.
La atmósfera de este relato es triste, como se puede observar en el siguiente fragmento: 
El sabor a podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición.
Se puede decir que el cuento posee el método narrativo in media res, pues el narrador empieza refiriéndose al entierro de su tía Jacinta y posteriormente relata un poco sobre su vida. Además, al principio los personajes saben que la vaca se extravió y luego el niño cuenta cómo la obtuvieron y cómo se percataron de que se había extraviado.
En cuanto al tiempo narrativo, encontramos la retrospección. Un ejemplo de esto es: “Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle”. Por consecuencia, el autor usa como recurso temporal los flash-backs: “Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río”.
El autor utilizó estos tres prototipos textuales:
  • Narración:
Después nos subimos por la barranca, porque queríamos oír bien lo que decía la gente, pues abajo, junto al río, hay un gran ruidazal y sólo se ven las bocas de muchos que se abren y se cierran y como que quieren decir algo; pero no se oye nada.
  • Descripción: “(La Serpentina) tenía una oreja blanca y otra colorada y muy bonitos ojos”.
  • Diálogo: “Sí ―dice―, le llenarán los ojos a cualquiera dondequiera que la vean. Y acabará mal; como que estoy viendo que acabará mal”.
En cuanto a la función emotiva, tenemos un claro ejemplo en la siguiente oración: “La semana pasada se murió mi tía Jacinta y el sábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca”.
Sobre la función poética, existen muchos ejemplos de ella. A continuación, un símil: “Pero al volverse se encontró entreverada y acalambrada entre aquella agua negra y dura como tierra corrediza”.
Para finalizar, considero que este es un cuento muy entretenido, pues su tema es de interés para muchas personas. Contiene una excelente redacción y logra atrapar la atención del lector; y no está de más decir que contiene una impecable ortografía.
Referencia:
Rulfo, Juan, “Es que somos muy pobres”. Disponible en: https://ciudadseva.com/texto/es-que-somos-muy-pobres/ 

Un cuento complicado sobre la soledad


Montserrat Parada Márquez



El cuento analizado para este comentario fue escrito por el uruguayo Mario Benedetti, nacido el 14 de septiembre de 1920 y fallecido el 17 de mayo de 2009. Es conocido como escritor poeta, dramaturgo y periodista. A pesar de sus inconclusos estudios publicó más de ochenta libros, siendo una parte de ellos traducida o más de veinte idiomas. 
El texto que comentaré se titula “La noche de los feos”. Su tema es la soledad, porque los dos personajes principales se describen como personas muy feas, por lo que no habían encontrado a alguien con características similares, y recurren a la superficialidad de ambos para hablar.
Es un cuento de tipo sociológico, ya que expresa los problemas que se enfrentan en una sociedad, por ejemplo, al ser juzgados por su diferente físico o, como ellos lo dicen: “por feos”.
Durante el planteamiento se describen los personajes de él y ella, sin mencionar algún nombre; solo se comentan algunos rasgos físicos que los caracteriza como feos, según la gente y lo que les dicen. Pero un día ellos se encuentran en la entrada del cine, donde se sorprenden por sus fealdades tan similares. Entran a la función, en la que todos están con sus parejas, excepto ellos. Al no dejar de mirarse, aceptando su físico y soledad, quedan en ir a la confitería. Deciden aprovechar la oportunidad.
En esta parte de la estructura se identifican los personajes:
Principal: el joven que narra, ya que sin él no habría historia, además de que se describe tanto física como psicológicamente, siento también el que efectuó la primera acción.
Secundario: es la mujer, pues se le describe físicamente y se saben algunos detalles —aunque no los suficientes— de ella; pero su actuación sería inerte, de no ser por el joven.
Ambientales: las parejas del cine y posteriormente (se mencionarán en el desarrollo) las personas que se encontrarán en la confitería. Se consideran ambientales, pues no se mencionan mucho y no se describen como los anteriores.
En el desarrollo se narra cuando llegan a la confitería y todas las personas los miran, al mismo tiempo que hablan entre voces. Después de una plática de dos horas y algunas tazas de café, abordan un tema en el que se dan cuenta que sus pensamientos coinciden. En eso, el joven le hace una invitación a pasar la noche juntos en su departamento y ella accede.
Este cuento es narrado por el personaje principal y en primera persona, como se muestra en estas citas del texto: “Por primera vez no pudo sostener mi mirada” y “Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia”. Por lo que respecta a la voz narrativa, se puede observar el siguiente ejemplo: “Nos sentamos, pedimos dos helados y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo”.
Los espacios en los que transcurre la historia son el cine, el café y el departamento. La fecha de este suceso no se menciona, pero, por los espacios, aproximadamente ocurrió que pasó en 1950, pues alrededor de esos años ya existían esos lugares.
Como toda la trama del cuento habla sobre sus fealdades, y que nadie los quiere, la atmósfera se considera triste y de personas derrotadas, por dársele mucha importancia al físico y no a los sentimientos.
La clasificación del desenlace, por su estructura, es cerrado; según su lógica, es sorpresivo; es triste por el lado afectivo, y malo por sus valores.
El texto está escrito in media res y en su estilo se ubica el tiempo narrativo retrospectivo, por ejemplo: “Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera”. Y al haber utilizado la retrospección, el recurso temporal que aparece es el racconto.
El autor utiliza los siguientes prototipos textuales:
Narración: “La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella y luego le hablé”, “Por fin entramos. Nos sentamos en las filas distintas pero contiguas…”.
Descripción: “Podría distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal”. Y:
La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro (...) mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas.
Diálogo: 
“¿Qué está pensando?”, pregunté.
Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.
“Un lugar común”, dijo. “Tal para cual”.
En cuanto a las funciones de la lengua se pueden encontrar algunos ejemplos:
Emotiva o expresiva: “Quizás debería sentir piedad, pero no puedo”, “Lloramos hasta el alba, desgraciados felices”.
Poética o estética: “Una hora y cuarenta minutos admiraron las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína”.
Para finalizar en mi comentario, este es un cuento corto, a comparación de otros; me fue un poco difícil entenderlo la primera vez que lo leí, a pesar de su lenguaje cotidiano. No me gustó el final, ya que al comienzo creí que había sido una buena decisión, pero no fue así. Le agregaría más funciones de la lengua, tanto emotivas como poéticas,, pues me resultó difícil encontrarlas. No es un cuento que recomendaría, debido a que me resultó difícil trabajar con él.
Referencia:
Benedetti, M., “La noche de los feos”. Obtenido el 24 de julio de 2018 de: https://narrativabreve.com/2013/10/cuento-benedetti-noche-feos.html

jueves, 27 de junio de 2019

La guerra también es interesante




“El viejo en el puente” es un cuento escrito por Ernest Hemingway, escritor que nació el 21 de julio de 1899 y falleció el 2 de julio de 1961. Fue un periodista estadounidense y también uno de los principales novelistas y cuentistas del siglo XX.
En cuanto al texto, su tema es el miedo, ya que desde el principio y hasta el final se sabe que están en una época de guerra. Además es un cuento de tipo histórico, pues se narran los sucesos verídicos de un pueblo con cierta ficción. 
En el planteamiento de este relato se nos cuenta cómo es que un viejo con gafas de montura de acero y la ropa cubierta de polvo estaba sentado a un lado de la carretera. También se nos da a conocer acerca de un campesino de una edad bastante elevada, del cual no se conoce absolutamente nada en cuanto a sus datos personales. 
En el desarrollo es donde la historia se torna más dramática, porque en esa parte del cuento van surgiendo las problemáticas que se les pueden presentar a todos los personajes. Asimismo, aquí se incluye el clímax, que es el momento culminante e interesante antes de comenzar el desenlace. 
El desenlace se clasifica en cuatro aspectos: primero, es de tipo abierto, debido a que no todas las problemáticas quedan resueltas, y el autor lo deja al pensar del lector. En el segundo aspecto es sorpresivo, ya que no se puede predecir claramente qué es lo que va a ocurrir después. En el tercer aspecto es triste, porque —aunque no se mencione en el cuento— se puede saber que están en una época de guerra; y esto no beneficia en nada, al contrario, puede frustrar al protagonista. En el último aspecto, que es por sus valores, es un desenlace malo, pues se perjudica al protagonista por el ambiente en que se encuentra. 
Los personajes se clasifican en tres: el principal es un campesino que cuida animales a sus 76 años de edad; tiene este carácter porque aparece a lo largo de todo el texto y es el de mayor influencia. El secundario es el narrador (se desconoce quién es), porque está limitado por el protagonista. Los personajes ambientales son los soldados, los campesinos y el capitán, debido a que solo aparecen una vez.
El tipo de narrador es testigo, porque observa una situación que se va desarrollando, y un claro ejemplo es: “Era su ciudad natal, por lo que le llenó de satisfacción mencionarla, y sonrió”. La voz narrativa es la tercera persona, y un ejemplo es: “—Animales diversos —dijo negando con la cabeza”. 
El espacio donde se desarrolla esta historia es cerca de un río en España, porque, a pesar de que no se nos dice exactamente en dónde se ubica dicha corriente, sí se menciona que se encuentran cerca de Barcelona. 
El tiempo o época en que ocurre la historia es el siglo XX. Aunque no se menciona este dato en el texto, se puede conocer gracias a su autor, porque él escribía en ese siglo y los aspectos mencionados en el cuento coinciden con acontecimientos de entonces.
La atmósfera es de misterio, que evoluciona a un tipo de miedo —pues no se nos dan a conocer muchos aspectos acerca de los personajes—, y se va modificando, mediante se desarrolla la historia, a un ambiente de guerra —que es lo que llega a causar un tipo de miedo en todos los personajes.
El método narrativo es ab ovo, ya que es un cuento cronológico, debido a que tiene un claro orden y es narrado desde el principio. Por otro lado, el tiempo narrativo es retrospectivo, pues se emplean los verbos en pasado: “Había dos cabras y un gato y cuatro pares de palomos”. 
En este texto se utilizan tres prototipos textuales: la narración (“No se podía hacer nada por él. Era domingo de Pascua y los fascistas avanzaban hacia el Ebro”), la descripción (“Un viejo con gafas de montura de acero y la ropa cubierta de polvo estaba sentado a un lado de la carretera”) y, finalmente, el diálogo (“—¿De dónde viene? —le pregunté. —De San Carlos —dijo y sonrió”).    
La función emotiva de la lengua es utilizada en este cuento, y un claro ejemplo es: “Pero no quiero ni pensar qué va a ser de los otros”. También es empleada la función poética, y se puede apreciar en la siguiente frase: “Era un día gris y las nubes iban bajas”.
Desde mi punto de vista, es un texto bastante bueno, debido a que contiene todas las características de un cuento, de una manera clara y breve, por lo que resulta fácil de leer. Lo recomiendo mucho, porque es una obra bastante interesante, que puedes leer más de una sola vez y le das más sentido del que crees. 
Referencia:
Hemingway, Ernest, “El viejo en el puente”. Disponible en: https://ciudadseva.com/texto/el-viejo-en-el-puente/

martes, 25 de junio de 2019

Una historia inusual, en "Volver a nacer"




Mía Andrea Alanís Hernández, nacida el 12 de abril de 2001 en Mexicali, Baja California, México, es hija de Claudia Hernández y Ricardo Alanís. “Desde chica amante del arte en su totalidad ─dice de sí misma─, con una facilidad para trazar que me ha ayudado mucho a mejorar hoy en día en mi fotografía y dibujo”. Actualmente tiene 17 años, estudia el quinto semestre en la escuela preparatoria del Instituto Salvatierra. Se encuentra en el club de fotografía y producción audiovisual de la institución y sus proyectos se han basado mucho en esa área.
“Volver a nacer” es un cuento suyo, de tipo realista, porque existen varios casos de personas que, tras un accidente automovilístico, o de cualquier tipo, terminan en graves condiciones.
La historia comienza con una persona despertando de un largo coma. Sintiendo un gran dolor en el pecho, abre los ojos algo confundida; le cuesta aclarar la imagen, pero después de un momento se puede percatar de que se encuentra en un hospital.
En el desarrollo el personaje principal comienza a sentirse “de nuevo en el mundo real”. Toma largos descansos y en cada uno de ellos hay sueños, que podrían ser recuerdos, pero ella lo ignora. En uno de ellos se muestra la razón por la cual se encuentra hospitalizada.
Existen cuatro clasificaciones del desenlace de este relato. El primero es por su estructura, y en este aspecto es cerrado, pues la autora no cuenta el final de la historia; el segundo es por su lógica, y aquí es predecible para cualquier lector; el tercero es por lo afectivo, y puedo decir que aparentemente es triste; por último, por los valores, y en base a esto es bueno.
El tema del cuento es la tristeza: como ya había mencionado, la historia se basa en cómo sufre la protagonista.
La persona hospitalizada se clasifica como el personaje principal, pues toda la narración trata sobre ella. Los secundarios son sus padres, porque las acciones que hacen giran alrededor de la joven. Y los ambientales son los doctores, ya que solo son mencionados un par de veces.
El narrador que la autora usó es el de tipo personaje, como se muestra en esta oración: “Sentí una profunda presión sobre el pecho al intentar respirar”. La voz narrativa es la primera persona: “...a los que respondí con leves gemidos”.
Se puede identificar el espacio de la historia en esta oración: “...me encontraba en la misma habitación del mismo hospital”. El tiempo se puede decir que es el siglo XXI, pues la narradora hace mención de un celular cuya pantalla brilla, un aparato moderno.
La atmósfera se divide en dos partes: confusa al principio y en medio, cuando la joven despierta del coma y le toma tiempo saber qué ha pasado; y de temor al final, como lo expresa el mismo personaje principal.
In media res es el método narrativo, porque el cuento empieza presentando la problemática en la que se halla la protagonista. El tiempo narrativo es retrospectivo, y un claro ejemplo para demostrarlo es: “Percibí un resplandor blanco, un destello que le daba color a lo poco que podía distinguir”.
Uno de los recursos temporales es el flash-back: ...Yo conducía en ese momento. Busqué entre mis pies el celular, esa pantalla brillante que resplandecía entre la oscuridad. Cuando lo levanté...”.
Los prototipos textuales empleados en el cuento son: la narración: “Comencé a distinguir un sonido, mejor dicho, un eco, muy lejano”; la descripción:...esa pantalla brillante, que resplandecía entre la oscuridad...”; y, finalmente, el diálogo, el cual es indirecto: “Solo escuchaba que me preguntaban cosas como: ¿te sientes bien?, ¿cómo estás?, a lo que yo respondía con leves gemidos...”.
La función emotiva de la lengua se encuentra también en este relato; un ejemplo es: “Era aterrorizante no despertar de esa realidad”.
Bien escrito y estructurado el cuento; la autora hace uso adecuado de la mayoría de sus elementos y captura al lector. Me gustó mucho la historia; algo inusual, pero muy entretenida.
Referencia:
Alanís Hernández, Mía Andrea, “Volver a nacer”. Disponible en https://nuevotallereando.blogspot.com/2018/08/volver-nacer.html 


Un cuento bien estructurado y escrito, sobre la pérdida


Sofía Medina Bermejo


¿Qué sucede cuando pasas tanto tiempo alrededor de alguien y esta persona se va repentinamente? Muchas preguntas en tu mente suelen brotar y te queda un vacío, que ninguna respuesta podría llenar. Así lo expresa la señora O’Brian en el cuento “Nunca más la veo”, cuyo autor es Ray Bradbury. 
Él nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois (EUA). Se mudó varias veces, hasta llegar a Los Ángeles, California. Durante su juventud fue un ávido lector y escritor aficionado. Vendía periódicos y no asistió a la universidad, por dificultades económicas. Muchas de sus primeras obras están compiladas en Park Carnival (1947). 
Escribió cuentos y novelas de diversos géneros, desde el policial hasta el realista y costumbrista. En 1950 publicó Crónicas marcianas; en 1953, Fahrenheit 451; en 1962, La feria de las tinieblas; en 1951, El hombre ilustrado. Murió el 6 de junio de 2012, a los 91 años, en Los Ángeles.
“Nunca más la veo” tiene un tema muy definido: la pérdida, puesto que el señor Ramírez es despojado de algunos de sus bienes y ya no se le permite vivir en el cuarto que le rentaba la señora O’Brian, lugar al que él llamaba hogar. Aparte, él expresa su dolor al perder a la mujer, pues dice que nunca más la verá. Inclusive, pierde una parte de sí mismo.
Este es un cuento de tipo realista, porque, lamentablemente, la deportación es una situación por la cual pasan muchas personas y sus familias, justo como el señor Ramírez, que vive en Los Ángeles. Aunado a este hecho, también podemos clasificar de esta manera el cuento debido a que no contiene ningún aspecto fantasioso o de difícil comprobación; está muy apegado a la realidad. Todo esto lo podemos observar en el siguiente ejemplo: “¿De vuelta a México? Sí, a Lagos. Un pueblo al norte de la ciudad de México”.
Tiene una estructura muy clara, haciéndole al lector identificar fácilmente las partes que lo componen, como lo son el planteamiento, el desarrollo, el clímax y el desenlace. 
El desenlace se puede clasificar de distintas maneras, como lo son:
  • Por su estructura: es cerrado, ya que sí se menciona finalmente qué sucede con el señor Ramírez.
  • Por su lógica: lo clasifico como sorpresivo, pues no esperaba la reacción de la señora O’Brian al final.
  • Por lo afectivo: es triste, porque él se va de la vida de la señora.
  • Por los valores: es malo, puesto que no beneficia al protagonista.
Los personajes se clasifican en tres categorías: principal, secundarios y ambientales. En este caso, el principal es el señor Ramírez, porque esta es su historia, toda la trama gira alrededor de él; sin él no habría nada que contar. De igual manera, se habla más a profundidad de él que de cualquier otro personaje. 
La señora O’Brian es clasificada como personaje secundario; sin duda, juega un rol importante en la historia, pero su involucramiento depende del señor Ramírez. Se habla poco de ella, en sus aspectos personales, cosas que no estén relacionadas al señor. 
Asimismo, los personajes ambientales son los hijos de la señora O’Brian y los policías; ninguno de ellos tiene muchos diálogos, y su único propósito en la trama es dar a entender que ella es madre de familia y que el señor Ramírez está siendo detenido por las autoridades.
El autor decidió utilizar el narrador omnisciente, de manera que este sabe todo sobre los personajes, como se muestra a continuación: 
Recordó los pueblos silenciosos, la cerveza tibia, las comidas pesadas y calientes. Recordó los lentos caballos de tiro y los conejos sedientos en el camino. Recordó las montañas de hierro y los valles polvorientos y las playas que se extendían centenares de kilómetros sin otro sonido que el de las olas... ningún coche, ningún edificio, nada. 
Solo este tipo de narrador sabe qué ocurre dentro de la mente de cada personaje. Al identificarlo, automáticamente podemos concluir que la voz narrativa es la tercera persona: “Los policías sonrieron, pero el señor Ramírez no lo notó, y las sonrisas murieron pronto”.
La historia se lleva a cabo en Los Ángeles, que es donde residen todos los personajes, ya que se menciona que el señor Ramírez viajó desde la capital de México para asentarse en esa ciudad.
La época en la que ocurre la historia es la contemporánea, pues se habla sobre la electricidad, los ómnibus, etcétera, todo característico, de nuestra era. Tomando en cuenta la época en la que nació el autor, podemos suponer que se refiere al siglo XX. 
El ambiente psicológico es triste y preocupante; los personajes están envueltos en una ola de emociones, la preocupación de ambas partes: él, preocupado por qué hará con su vida, y ella, preocupada por él y su bienestar.
El cuento está estructurado de tal forma que comienza en el medio, diciéndole el señor Ramírez a la señora que será deportado, y luego se va al inicio, al explicar cómo él la conoció y llegó allá; y termina en el final. A este método se le llama in media res.
El tiempo narrativo es el retrospectivo, utilizado de la siguiente manera:
Alguien golpeó suavemente la puerta de la cocina, y cuando la señora O’Brian abrió, allí estaba su mejor inquilino, el señor Ramírez, entre dos oficiales de policía. El señor Ramírez se quedó en el porche, inmóvil, pequeño. 
Y, más específicamente, se hace uso del recurso temporal del flash-back
Había llegado a la casa de huéspedes de la señora O’Brian hacía más de dos años y había vivido allí desde entonces. Había llegado en ómnibus a San Diego desde la ciudad de México, y luego había ido a Los Ángeles.
Fui capaz de identificar tres diferentes prototipos textuales: 
  • Narración: 
La señora O’Brian estaba en el umbral, con una mano apoyada en la puerta entreabierta. Uno de los hijos dijo que se enfriaba la cena, pero ella se volvió meneando la cabeza y miró otra vez al señor Ramírez.
  • Descripción: “Pronto los pasteles saldrían del horno algo parecidos al señor Ramírez, tostados y brillantes, hendidos en algunas partes casi como los ojos del señor Ramírez”.
  • Diálogo: “—Fue usted un buen inquilino -dijo la señora O’Brian. —Gracias, gracias, señora O’Brian —dijo el señor Ramírez suavemente, y cerró los ojos”. 
De igual modo, hay presencia en el texto de la función expresiva de la lengua, con el objetivo de transmitir una emoción: 

—Señora O’Brian —gritó el señor Ramírez de pronto, con lágrimas en los ojos. Extendió las manos y apretó fervientemente la mano de la mujer, sacudiéndosela, retorciéndosela, acercándola a él. 
También, podemos identificar la función poética en este fragmento: “[…] sintiendo las ruedas que susurraban debajo de él, mirando al pasar las casitas dormidas […]”. 
Me pareció una obra bien estructurada y escrita. Sin embargo, me quedan algunas preguntas sin respuestas sobre la trama. Tomando todo esto en consideración, puedo decir que es un buen cuento y, a pesar de no ser de mi total agrado, sí lo recomendaría. 
Referencia:
Bradbury, R., “Nunca más la veo”. Obtenido el 30 de junio de 2017 de: http://www.tecnodacta.com.ar/azul/?p=174

viernes, 21 de junio de 2019

Un sincero cuento sobre la muerte




El mexicalense y estudiante de Instituto Salvatierra Jesús David Gutiérrez Ham, es el autor de “Cuando nos volvamos a encontrar”, cuyo tema es la muerte, lo que hace la obra de tipo realista, pues este suceso es normal en el proceso de la vida.
El cuento inicia cuando Xavier no logra asimilar la muerte de alguien. Líneas más adelante él mismo narra cómo era su rutina diaria durante sus vacaciones de invierno, hasta el momento en el que su madre se entera del diagnóstico de cáncer de su abuelo, que ha resultado ser positivo. El joven, impactado por la noticia, se niega a aceptarla, porque ya ha vivido una experiencia similar con sus tíos.
La historia continúa con el protagonista ofreciéndose a cuidar de su abuelo tras ver que los adultos no pueden. Durante su estancia en el hospital con el anciano, convive más con él. Además, se cuestiona sobre la posible muerte de este, y, aunque nervioso y angustiado, sigue cuidándolo.
La historia tiene un desenlace cerrado. En el primer párrafo Xavier hace referencia a su sentimiento de pérdida, dándonos una idea de cómo terminará el cuento.
Por otra parte, muchas veces expresa cómo sufre ante la situación de su abuelo y de su familia, lo que obliga a llorar a solas y aparentar ser fuerte ante los demás; por lo tanto, el desenlace se clasifica como triste.
En cuanto a su clasificación por los valores, es considerado como malo, debido a que lo ocurrido perjudica al joven.
Respecto de los personajes, se identifica a Xavier como protagonista. Este se vale de la primera persona para narrar su propia historia.
Por otro lado, el abuelo y la madre son personajes secundarios, debido a que con frecuencia se hace referencia a ellos y el protagonista convive constantemente con ambos. Por último, los tíos, tías y demás familiares son solo mencionados porque ayudan con  los gastos del hospital.
Durante la historia el espacio cambia constantemente entre la casa de Xavier y el hospital. Es muy claro que el tiempo es la actualidad, debido a que el cáncer es un padecimiento muy común en la sociedad del siglo XXI.
La atmósfera desde el principio es triste y conforme se desarrolla el argumento se sigue manifestando de esa manera.
Como se anotó, el narrador menciona en el párrafo inicial su dolor ante la muerte de alguien (no lo identifica) y continúa con su relato sobre la enfermedad de quien ya dice que es su abuelo. Por lo tanto, el método narrativo es in extrema res.
“Pasan las semanas y no veo mejoría en él” es un ejemplo del tiempo narrativo empleado (simultáneo). Por otra, Xavier hace un flashback cuando menciona lo siguiente: “Hace un año y medio fallecieron dos de mis tíos, uno por una enfermedad del riñón y el otro por cáncer”.
Algunos de los prototipos textuales que utiliza el autor son: la narración, por ejemplo: “Al día siguiente me levanto de mi cama a las cuatro, recorro la cortina y me encuentro con una obscuridad impresionante”; la descripción: “Me asomo al ataúd y ahí está, tieso como piedra, frío, sin ese color característico de vida, al fin en paz”; y el diálogo, cuando el protagonista se habla a sí mismo: “—No puedo evitarlo, ¡No otra vez! Hace un año y medio fallecieron dos de mis tíos [...]”.
A continuación se presentan ejemplos de las funciones de la lengua emotiva y poética. En el caso de esta última, se usa la metáfora para decir: “Los granos de arena de nuestro reloj se agotaron”. En cuanto a la primera, aparece cuando Xavier, desconcertado, expresa: “¡Esto no puede ser verdad!”.
Por último, este cuento es muy sincero, pues relata algo que le puede ocurrir a cualquiera. Su estructura, las funciones de la lengua, el tipo de narrador, etcétera, son aspectos muy adecuados para enfatizar un poco más la historia, lo que el lector debe sentir y lo que puede pensar después de leer el texto.
Referencia:
Gutiérrez Ham, Jesús David, “Cuando nos volvamos a ver”. Disponible en: https://nuevotallereando.blogspot.com/ 2018/08/cuando-nos-volvamos-encontrar.html