viernes, 23 de junio de 2017

Esclareciendo un sentimiento



La envidia es un tema recurrente en nuestra vida, y es un sentimiento que está presente, o lo ha estado, en todos nosotros.
En el artículo “¿Para qué sirve la envidia?’’, publicado por el autor Luis Muiño en la revista Muy Interesante, se expone ampliamente este tema de manera sencilla y atractiva.
El título es atrayente, al igual que la introducción, donde se presenta un dilema, que explica cómo se manifiesta la envidia en el ámbito laboral: Un trabajador podría enfrentarse a alguna de las siguientes tres tesituras frente a colegas que realizan la misma labor: que gane 40.000 euros anuales mientras otros perciben 60.000, que todos ganen 35.000 o que gane 30.000 frente a colegas que solo reciben 20.000. ¿En cuál de ellas se sentiría más feliz?’’. Con esta última pregunta nos deja dudando y con ganas de saber más y sumergirnos en el texto.
El artículo se divide en cuatro subtemas, que son:
  1. Por qué surge la envidia
  2. En qué clase de situaciones surge la envidia
  3. Quiénes sufren de envidia
  4. Los tipos de envidia
Las ideas principales que se exponen son las siguientes: 
  • La envidia surge de la comparación con uno mismo.
  • Los simios también la sienten.
  • Hay dos tipos de envidia: competitividad y el simple gusto por el mal ajeno.
  • Los jóvenes envidian a los mayores, pues sienten que no tienen completo control sobre su propia vida.
  • El éxito está relacionado con la envidia hacia los demás.
  • Internet, y sobre todo las redes sociales, han contribuido al surgimiento de este sentimiento en las personas.
  • Es un sentimiento evolutivo y empuja a la superación.
Podemos identificar que el autor hace uso de diversos recursos explicativos para facilitar la lectura. Uno de ellos es la ejemplificación, cuando expresa que todos conocemos grandes rivalidades entre artistas: “Leonardo da Vinci versus Miguel Ángel, Mozart versus Salieri, Cervantes versus Lope de Vega…”.  También utiliza citas textuales de diferentes especialistas y figuras célebres, por ejemplo: “El filósofo Francis Bacon nos lo recordaba: ‘La envidia siempre surge con la comparación de uno mismo; si no hay comparación, no hay resquemor’”. Además, la paráfrasis, para referirse a diferentes estudios: “El primatólogo Frans de Vaal, de la Universidad Emory, en Atlanta, puso de manifiesto que nuestros primos simios también tienen pelusa y no valoran tanto los premios si los de los congéneres son mayores”.
En este texto, el autor utiliza como voz enunciativa la primera persona del plural, al usar en ciertas partes las palabras “nuestros” o “nosotros”. Igualmente, la tercera persona del singular.
Se puede identificar en el artículo la función metalingüística: “Este último sentimiento está tan presente en la psique humana que, por ejemplo, en alemán existe una palabra para designarlo: schadenfreude”
El texto de Muiño me pareció muy interesante, pues no habla de lo que es la envidia de manera superficial, sino que profundiza en el tema de muchas maneras, además de que por la forma como está escrito es entendible para todos los públicos. Sin duda empuja al lector a interesarse por el funcionamiento de nuestro cerebro y nos ayuda a entendernos mejor a nosotros mismos.

Referencia:
Muiño, L., “¿Para qué sirve la envidia?”. Publicado en Muy Interesante. Obtenido el 24 de noviembre de 2016 de: http://www.muyinteresante.es/salud/articulo/para-que-sirve-la-envidia-221475491207.

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