domingo, 18 de junio de 2017

Viaje por Europa, 2015




Después de mucha planeación, decidí pasar mis vacaciones de verano en cuatro diferentes lugares del continente europeo, del 18 al 27 de julio de 2015.


18 y 19 de julio. NY, EUA – Ámsterdam, Alemania  

Salí desde Nueva York. Me levanté bastante temprano ese día y me dirigí al aeropuerto. Viajé en aerolíneas Blitzen-wing. El vuelo duró casi ocho horas y me tocó estar sentado detrás de dos niños bastante escandalosos e inquietos. Pero, aparte de eso, no estuvo tan mal. Llegué cerca de las cuatro de la tarde. Me hospedé en el Günstiges Hotel y pasé allí alrededor de una hora desempacando. Visité el museo Van Gogh (muy interesante realmente, me gustaría volver a ir un día) y por la noche, al regresar, compré boletos para mi hospedaje en Francia. 

Al día siguiente sólo fui a la bahía del IJ y tomé algunas fotos. Me quedé hasta noche paseando. Siempre disfruto de andar a solas al brillo de la luna.


20, 21 y 22 de julio. Ámsterdam – París – España

De Ámsterdam a París no fue tanto. Lo primero que hice, después de alojarme en el hotel Blague, fue irme derecho al Museo de Louvre. Pasé la mayor parte del día ahí, debido a que había demasiada gente. Tenía planeado ir a ver la Torre Eiffel también, pero no me alcanzó el tiempo.

Lo que sí puedo decir es que la vista y el ambiente de la ciudad eran simplemente hermosos. Me dio mucha tranquilidad el pasear.

Al día siguiente tuve la oportunidad de visitar la Torre Eiffel. Es impresionante verla en la realidad. Tomé más fotos y más o menos después de una hora me retiré. Fue lo más interesante que hice en el día, así que no tengo mucho que escribir.

Siendo ya el quinto día en mi viaje, salí a España, el penúltimo destino en mi agenda. Me quedé en el pueblo de Medinaceli, muy lindo de verdad. Pero debo admitir que me recordó bastante a una muy mala experiencia que tuve en uno de mis viajes a México, donde, cierta vez, al salir de paseo por la noche, me topé con un extraño (que, a mi parecer, estaba loco), quien intentó sacarme los ojos pensando que los tengo azules, ¡cuando en realidad son dorado miel! No sé exactamente qué decir sobre esa experiencia. Simplemente fue horrible, espantosa… Juré nunca más volver a ese lugar.


23 y 24 de julio. España - Londres

Voy a ser sincero: no recorrí demasiado el lugar, pero aproveché para hacer algunas tomas artísticas a las calles con mi cámara (en verdad valieron la pena, nunca había tomado unas fotos tan hermosas en mi vida), por algunas partes del pueblito. Conocí a un joven ligeramente menor que yo. También tomaba fotos y decidí darle algunos consejos sobre cómo captar lugares desde diferentes ángulos. 

Al siguiente día tomé mi avión hacia Londres. Me sentí triste de saber que ya casi vendría a casa; pero, por otro lado, quería volver a dormir en mi cama. Así que tal vez la idea de regresar no era tan mala después de todo...


25, 26 y 27 de julio. Londres, RU - NY, EUA

En Londres me quedé dos días enteros, pues tenía muchas cosas por ver. El lugar donde me hospedé fue el Simpleton Inn & Suites.

Lo primero, por supuesto, fue visitar el London Eye (el cual, en verdad, fue algo inolvidable: todo se ve tan pequeño, uno se siente tan grande). También vi el Big Ben; el sonar de sus campanadas durante todo el día me gustaba al principio, luego fue un poco molesto. Después de todo, ¿cuántas veces puede uno ir a Londres y oírlo “en persona”?

En mi último día recorrí el zoológico, muy bello y variado, y al Sea Life London Aquarium (todo lo que tiene que ver con animales lo adoro, por lo que disfruté muchísimo esos dos lugares). Por la noche me preparé bien para no tardarme mucho en la mañana y salir a tiempo.

Por fin, después de un vuelo pacífico y agradable, llegué a Nueva York. Estuve muy contento de ver otra vez a mi cachorro Screamy, y a sentir esa sensación de pertenencia de nuevo en la ciudad. Europa, sin duda, me encantó, pero no hay nada como el hogar.


Texto basado en el cuento “El ramo azul”, de Octavio Paz.

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