lunes, 6 de agosto de 2018

Mi lectura y escritura



Miguel Ángel Morales García


Alrededor de quinto de primaria ya comencé a hacer trabajos como escritor, elaborando mi autobiografía. Por esos años mi edad era de diez, así que apenas estaba aprendiendo a escribir correctamente y a leer mejor. Sin embargo, un año después, en sexto, leí mi primer libro, que era el Diario de Greg.
Los libros no me gustaban, me aburrían en esa edad, pero el de Greg se me hacía interesante, pues trataba de un niño que tenía que vivir con sus locas experiencias de la escuela y fuera de ahí. Identificarse por lo menos una vez con esa obra era fácil, otra razón de por qué me gustó.
En primero de secundaria ya no leí nada. Cuando fuimos a la feria del libro un amigo me dijo que había uno que él buscaba, que se llamaba Leal, de la saga de Divergente; y mientras lo íbamos buscando él me platicaba de lo que trataba. Cuando llegamos a donde estaba el libro decidí comprarlo también, ya que me había llamado la atención, y gracias a él; fue una persona que influyó en mi decisión.
La segunda novela que leí era de quinientas páginas (en este caso, la de Leal), y aunque no fue mi primer libro sí fue uno de los mejores, por la historia que contaba.
En segundo de secundaria elaboré de nuevo mi autobiografía, pero con un contexto mucho más amplio, pues ya habían pasado más etapas en mi vida, y fui reforzando mi escritura no solo en redactar bien, sino en colocar adecuadamente los puntos, las comas, etcétera.
Ese mismo año, casi al final, la escuela convocó a un concurso para todos los alumnos, que consistía en que cada uno elaborara un poema de cualquier tema; los cinco ganadores leerían sus poemas por la bocina, fuera anónimamente o no (eso dependía del alumno). Elaboré el mío, y aunque no gané fue la primera vez que escribí un poema de un tema que decidí yo mismo. Es otra manera de expresarte; sepas o no rimar, puedes manifestar algún sentimiento con un poema. En lo personal, se me hizo una experiencia buena, porque fue algo súper diferente a redactar mi autobiografía.
Tercero de secundaria, ya casi iba a salir de otra etapa en mi vida, y aunque aprendí muchas cosas me di cuenta de que aún faltaban más. Una de ellas era que un trabajo de Español consistía en crear un cuento y nos pusieron requisitos para elaborarlo. Solo era un trabajo, pero fue, sin duda, la primera vez en la que mi imaginación era mucha. Con esto me refiero a que se me ocurrían muchas formas de lo que podía tratar mi historia y cómo plasmarla. Esa experiencia fue una de las mejores, porque casi siempre me ponían requisitos de cómo hacer mis trabajos, a diferencia del cuento que elaboré, que fue por mi propia cuenta. Y no solo lo escribí, lo leí frente a toda la clase, y eso también mejoró mi forma de leer, por la manera como lo hice.
En la preparatoria, exactamente en primer semestre, llevé una materia que se llama Taller de Lectura y Redacción, la cual era mucha escritura y lectura. Y aunque la materia fue pesada, en lo personal me iba a bien, poco a poco, porque me reforzaba en mi forma de leer y escribir.
Aunque en mi vida no he leído mucho, siempre recuerdo esas veces cuando lo hacía, porque ha sido parte de mi aprendizaje, y uno, como persona, si quiere estudiar medicina, por ejemplo, debe esforzarse bastante, ya que es leer y saber qué estás leyendo y comprender. Así que, aunque hoy no seas un gran lector, puedes comenzar a leer y escribir, para así facilitar más tu forma de hacerlo.



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