lunes, 6 de agosto de 2018

Una parte muy grande de mi vida

Cristóbal Acosta Villegas


En la actualidad es muy difícil para mí dejar la lectura y mi amado hobby de escribir. Y es difícil imaginarme que de chiquito no era algo a lo cual le tuviera interés. Pero creo que es el proceso de convertirme de alguien a quien no le interesaba la literatura a alguien que vive con ella, lo que causó que me apegue a ella tanto (claro que estoy más acostumbrado a la literatura en inglés, pero aun así me gusta leer y escribir en español).
Desde chiquito nunca le puse mucha atención a lo que es la literatura en general. No captaba mi interés, me parecía que solo era para adultos, una actividad que únicamente practicabas en la escuela como trabajo, o simplemente para que tengas una educación buena y te asegures un lugar bueno en el futuro. Eso sí, había muchas otras cosas que me gustaban y requerían de algún tipo de lectura, aunque fuera lo mas mínimo posible. Por ejemplo: los LEGOS, de los cuales tenías que leer un instructivo para poder construir el objeto deseado. Por los animales también me sentía fascinado; la cantidad de libros que tenía sobre ellos era inmensa. Nunca realmente leía los detalles, pero sí que me encantaba ver las imágenes.
Cuando se trata de la escritura, solo me vienen a la memoria los trabajos de la escuela; no recuerdo haber escrito por alguna actividad recreativa en mis momentos de la primaria. Sin embargo, de vez en cuando sí creaba cuentos que fueran relacionados a la educación o elaboraba resúmenes que me asignaban en clase.
Fue de repente que me di cuenta de qué tan interesantes y dinámicas pueden ser la lectura y la escritura.  Pero más que nada fue esta última la primera que me atrajo. Empecé a concebir ideas y a crear historias que me venían a la mente, las cuales quería que más gente conociera. Podría decirse que esa era mi manera de contener mi pensamiento (ya que soy un poco olvidadizo). Me gustaba, más bien, me entretenía; era y sigue siendo una actividad que realmente me divierte. Y al darme cuenta de que mi vocabulario no era lo suficientemente amplio como para expresar todo lo que estaba pensando, empecé a leer. Al principio nomás usaba la lectura como un simple medio para obtener información; ya fue después cuando leí para entretenimiento propio. 
El libro que me enseñó que la lectura puede servir para entretenerse, y no exclusivamente para obtener información, es The Outsiders, escrito por S. E. Hinton. Puedo decir con sinceridad que fue esta obra la que comenzó todo, mi amor hacia la literatura. Pero no necesariamente significa que sea una de mis novelas favoritas en la actualidad, ya que, honestamente, he encontrado y leído títulos que me han gustado más. Uno de ellos es la serie de Monogatari, compuesta por mi favorito autor de hoy en día, Nisioisin, un escritor japonés al cual realmente admiro y quien tiene una de las mejores maneras de escribir; otro es Baccano, de Rhyogo Narita.
También fueron los mangas (básicamente historietas japonesas) los que me influyeron para escribir y crear mis propios cuentos y novelas a finales de la primaria. Unos de los mangas que nunca olvidaré, y que probablemente fueron de los pioneros en mi fascinación hacia la escritura, son Vagabond, de Takehiko Inoue, y Good-Night Punpun, cuyo autor es Inio Asano. Fueron todos estos títulos y escritores los que me inspiraron y ayudaron a descubrir una actividad que realmente me encanta y sin la cual no sabría qué hacer.
A veces se me ocurrían tantas ideas a la vez que era difícil acordarme de todas, así que poco a poco me fui acostumbrando a escribir todo lo que me venía a la mente (y lo que podría servir como referencia a mis historias) en un pequeño cuaderno, que todavía uso. Otra cosa (sobre la cual no me iré muy a fondo) es cómo la música me inspiró para nuevas ideas de escritura.
Así que, después de un tiempo, la literatura se convirtió en una parte muy grande de mi vida, hasta llegar al punto que podría terminar siendo mi profesión. Y todo es por cómo fui influido por el estilo de varios diferentes autores y sus increíbles textos. Aún no soy un experto, y tampoco es como si haya leído enormes cantidades de libros, pero sí es, realmente, algo que me apasiona.

(Tercer semestre, 2017)


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